martes, 25 de julio de 2017

Primero el privilegio del glorioso San Jaime

«Primero el privilegio del glorioso San Jaime, el que mataba moros, pues el barquero, en su respeto por el rey conquistador, que regaló el lago a los pescadores, creía poca cosa la realeza y lo quería santo. Después venían las concesiones de Don Pedro, Doña Violante, Don Martín, Don Fernando, todos reyes y unos benditos siervos de Dios, que se acordaban de los pobres; y quién el derecho a cortar troncos de la Dehesa para calar las redes, quién el privilegio de aprovecharse de las cortezas del pino para teñir el hilo de las mallas, todos regalaban algo a los pescadores. Aquéllos eran otros tiempos. Los reyes, excelentes personas, con la mano siempre abierta para los pobres, se contentaban con el quinto de la pesca; no como ahora, que la Hacienda y demás invenciones de los hombres se llevan cada tres meses media arroba de plata por dejarles vivir en un lago que era de sus abuelos».

Cañas y barro

Vicente Blasco Ibáñez


La Albufera. 1920

http://vicenticoaa.blogspot.com.es/2016/01/

No hay comentarios:

Publicar un comentario