martes, 2 de diciembre de 2025

Los dos barquitos salieron a la Albufera

«Al poco rato partieron: Tonet delante llevando la Centella en su barquito, como un mascarón de proa, y a continuación la barca del tío Paloma, donde don Joaquín examinaba con asombro la escopeta del viejo, aquella arma famosa llena de remiendos, de la que tantas proezas se contaban en el lago.

Los dos barquitos salieron a la Albufera. Tonet, viendo que su abuelo perchaba hacia la izquierda, quiso saber adónde iban. El viejo se asombró de la pregunta. Iban al Bolodró, la mata más grande de las inmediatas al pueblo. Allí abundaban más que en otros puntos los gallos de cañar y las pollas de agua. Tonet quería ir lejos: a las matas del centro del lago. Y entre los dos barqueros comenzó una empeñada discusión. Pero el viejo acabó por imponerse, y Tonet tuvo que seguirle de mala voluntad, moviendo sus hombros como resignado».

Cañas y barro

Vicente Blasco Ibáñez



Fotograma de la serie de TVE "Cañas y barro"

domingo, 30 de noviembre de 2025

Su abuelo vino a sorprenderle en este embrutecimiento

«Su abuelo vino a sorprenderle en este embrutecimiento. El tío Paloma aguardaba al día siguiente la llegada de don Joaquín para una cacería en los carrizales. ¿Quería cumplir el nieto su palabra? Neleta le instó a que aceptase. Estaba enfermo, le convenía distraerse, llevaba más de una semana sin salir de la taberna. El Cubano se sintió atraído por la promesa de un día de agitación. Su entusiasmo de cazador volvió a renacer. ¿Iba a vivir siempre lejos del lago?».

Cañas y barro

Vicente Blasco Ibáñez



Fotograma de la serie de TVE "Cañas y barro"

viernes, 28 de noviembre de 2025

Quisieron que emprendiese dignamente el último viaje

«Murió al tercer día de enfermedad, con el vientre hinchado, la cara crispada, las manos contraídas por el sufrimiento y la boca dilatada de oreja a oreja por las últimas convulsiones.

Las mujeres más ricas del Palmar, que frecuentaban el presbiterio, sentían tierna conmiseración por aquel infeliz que se había reconciliado con el Señor después de una vida de perro. Quisieron que emprendiese dignamente el último viaje, y marcharon a Valencia para los preparativos del entierro, gastando una cantidad que jamás había visto Sangonera en vida».

Cañas y barro

Vicente Blasco Ibáñez



Fotograma de la serie de TVE "Cañas y barro"

miércoles, 26 de noviembre de 2025

¡Reina…! ¡Qué blanca! ¿Es qu’estás mala…?

«Al llegar la noche, se llenó la taberna de barqueros y cazadores que volvían a sus tierras de la Ribera, mostrando los manojos de pájaros muertos ensartados por el pico.

¡Gran tirada! Todos bebían, comentando la suerte de determinados cazadores y la brutal hazaña de Sangonera. Tonet iba de grupo en grupo con el deseo de distraerse, discutiendo y bebiendo en todos los corrillos. Su propósito de olvidar por medio de la embriaguez le hacía beber y beber con forzada alegría, y los amigos celebraban el buen humor del Cubano. Nunca le habían visto tan alegre.

El tío Paloma entró en la taberna y sus ojillos escudriñadores se fijaron en Neleta.

—¡Reina…! ¡Qué blanca! ¿Es qu’estás mala…?».

Cañas y barro

Vicente Blasco Ibáñez



Fotograma de la serie de TVE "Cañas y barro"

lunes, 24 de noviembre de 2025

Quería saber cómo había cumplido su encargo. Y él contestó, con la cabeza inclinada

«Tonet se asombraba ante la fuerza de ánimo de su amante.

Cambiaron una mirada profunda de inteligencia, como miserables que se sienten unidos con nueva fuerza por la complicidad.

Después de larga pausa, ella se atrevió a preguntarle. Quería saber cómo había cumplido su encargo. Y él contestó, con la cabeza inclinada y los ojos bajos, cual si todo el pueblo le contemplase… Sí; lo había dejado en lugar seguro. Nadie podría descubrirlo».

Cañas y barro

Vicente Blasco Ibáñez



Fotograma de la serie de TVE "Cañas y barro"

sábado, 22 de noviembre de 2025

Era un atracón de muerte: aquel vagabundo debía acabar así

«Gemía y al mismo tiempo arqueábase con profundas convulsiones, pugnando por arrojar del cuerpo el prodigioso atracón, que parecía asfixiarle con su peso.

El cazador no sabía qué hacer, y otra vez encontraba enojoso su viaje a la Albufera. Tras media hora de juramentos, cuando ya se creía condenado a coger la percha y emprender por sí mismo la marcha hacia el Saler, se apiadaron de sus gritos unos labradores de los que cazaban sueltos por el lago.

Reconocieron a Sangonera y adivinaron su mal. Era un atracón de muerte: aquel vagabundo debía acabar así».

Cañas y barro

Vicente Blasco Ibáñez



Fotograma de la serie de TVE "Cañas y barro"

jueves, 20 de noviembre de 2025

¡Ay, don Joaquín…! ¡Estic mal! ¡molt mal…!

«Pero Sangonera, oyendo al enfurecido cazador, que le llamaba pillo y sinvergüenza, sólo sabía contestar con voz quejumbrosa

—¡Ay, don Joaquín…! ¡Estic mal! ¡molt mal…!

Sí que se sentía mal. No había más que ver su cara amarillenta, sus ojos que en vano pugnaban por abrirse, sus piernas que no podían sostenerse erguidas.

Enfurecido el cazador, iba a golpear a Sangonera, cuando éste se desplomó en el fondo del barquito, clavándose las uñas en la faja como si quisiera abrirse el vientre. Encorvábase hecho una pelota, con dolorosas convulsiones que crispaban su cara, dando a los ojos una vidriosa opacidad».

Cañas y barro

Vicente Blasco Ibáñez



Fotograma de la serie de TVE "Cañas y barro"