domingo, 6 de abril de 2025

La Semana Santa Marinera según Blasco Ibáñez. 05

«Corrían tras ellos los muchachos, embobados por los vistosos uniformes; madres, hermanas y amigas admirábanles desde las puertas, lanzando un ¡Reina y siñora, qué guapos van! y la mascarada piadosa servía para recordar a la humanidad olvidadiza y pecaminosa que antes de una hora Jesús y su madre iban a encontrarse en mitad de la calle de San Antonio, casi a la puerta de la taberna del tío Chulla.

Conforme avanzaba el día y la luz azulada del amanecer tomaba los tintes rosados y calientes de la mañana, aumentaba en las calles el ronquido estrepitoso de los tambores, el toque de cornetas y las marciales marchas de las músicas, como si un ejército invadiese el Cabañal».

Flor de Mayo

Vicente Blasco Ibáñez



Semana Santa Marinera

Camino de "El Encuentro"

Foto Desfilis

Bivaldi

viernes, 4 de abril de 2025

La Semana Santa Marinera según Blasco Ibáñez. 04

«Pasaban después los judíos, fieros mamarrachos que parecían arrancados de un escenario humilde donde se representasen dramas de la Edad Media con ropería pobre y convencional. Era su indumentaria la que el vulgo conoce con el nombre vago y acomodaticio de traje de guerrero ; tonelete cuajado de lentejuelas, bordados y franjas, como la túnica de un apache; casco rematado por un escandaloso penacho de rabo de gallo y los miembros ceñidos por un tejido grueso de algodón que modestamente imitaba la malla de acero. Y como colmo de la caricatura y el despropósito, con las fúnebres vestas y los imponentes judíos, pasaban los granaderos de la Virgen, buenos mozos, con enormes mitras semejantes a las gorras de los soldados del gran Federico y un uniforme negro adornado con galones de plata que parecían arrancados de algún ataúd.

Era caso de reír ante tan extrañas cataduras; pero a ver quién era el guapo que se atrevía a ello ante el fervor profesional que se notaba en todos los rostros atezados y graves. Además, no tan impunemente puede uno reírse de los cuerpos armados; y judíos y granaderos, para la custodia de Jesús crucificado o de su madre, llevaban desenvainadas todas las armas blancas conocidas de la edad primitiva al presente; desde el enorme sable de caballería hasta el espadín de músico mayor».

Flor de Mayo

Vicente Blasco Ibáñez



Semana Santa Marinera

Foto Desfilis

Bivaldi

miércoles, 2 de abril de 2025

La Semana Santa Marinera según Blasco Ibáñez. 03

«Veíase a lo lejos, como pelotón de negras cucarachas, los encapuchados, las vestas, con la aguda y enorme caperuza de astrólogo o juez inquisitorial, el antifaz de paño arrollado sobre la frente, una larga varilla de ébano en la mano, y caída sobre el brazo la larga cola del fúnebre ropón. Algunos, como suprema coquetería, llevaban enaguas de deslumbrante blancura, rizadas y encañonadas, y asomando por bajo de ellas los recogidos pantalones y las botas con elásticos, dentro de las cuales el enorme pie, acostumbrado a ensancharse con libertad sobre la arena, sufría indecibles angustias».

Flor de Mayo

Vicente Blasco Ibáñez




Semana Santa Marinera

Foto Desfilis

Bivaldi

lunes, 31 de marzo de 2025

La Semana Santa Marinera según Blasco Ibáñez. 02

«La chavalería del pueblo echábase a la calle disfrazada con los extraños trajes de una mascarada tradicional, que no otra cosa resultaba la procesión del Encuentro».

Flor de Mayo

Vicente Blasco Ibáñez



Semana Santa Marinera

Foto Desfilis

Bivaldi

sábado, 29 de marzo de 2025

La Semana Santa Marinera según Blasco Ibáñez. 01

«Tronaba en las calles del Cabañal, a pesar de que el día amaneció sereno.

La gente echábase de la cama aturdida por el ruido sordo e incesante, igual al tableteo de lejanos truenos. Las buenas vecinas, desgreñadas, con los ojos turbios y ligeras de ropas, salían a las puertas para ver a la azulada luz del alba cómo pasaban los fieros judíos, autores de tanto estrépito, golpeando los parches de sus destemplados y fúnebres atabales.

Los más grotescos figurones asomaban en las esquinas, como si, barajándose el almanaque, Carnaval hubiese caído en Viernes Santo».

Flor de Mayo

Vicente Blasco Ibáñez



Semana Santa Marinera

Levante EMV

jueves, 27 de marzo de 2025

Cañamel se agravaba en sus dolencias: no era aprensión

«En las conversaciones con su abuelo se había enterado de la enfermedad de Cañamel. En el Palmar no se hablaba de otra cosa, por ser el tabernero la primera persona del pueblo, ya que casi odos, en los momentos de apuro, solicitaban sus favores. Cañamel se agravaba en sus dolencias: no era aprensión, como todos creían al principio. Su salud estaba quebrantada; pero al verle cada vez más grueso, más hinchado, desbordando grasa, la gente declaraba con gravedad que iba a morir de exceso de salud y buena vida.

Cada vez se quejaba más, sin poder precisar dónde estaba su mal. El reúma traidor, producto de aquella tierra pantanosa, ayudado por una vida de inmovilidad, se paseaba por su corpachón, jugando al escondite, perseguido por las cataplasmas y los remedios caseros, que nunca podían alcanzarle en su loca carrera».

Cañas y barro

Vicente Blasco Ibáñez



Fotograma de la serie de TVE "Cañas y barro"

martes, 25 de marzo de 2025

Tonet se echaba la escopeta a la cara y en una mañana lograba formar un racimo de piezas

«Cuando tenían hambre, mataban un par de conejos o palomas salvajes de las que revoloteaban entre los pinos; y si necesitaban dinero para vino y cartuchos, Tonet se echaba la escopeta a la cara y en una mañana lograba formar un racimo de piezas, que el vagabundo vendía en el Saler o en el puerto de Catarroja, volviendo con un pellejo que ocultaba en los matorrales.

La escopeta de Tonet sonando con insolencia por toda la Dehesa fue un reto para los guardas, que hubieron de abandonar su tranquila vida de solitarios.

Sangonera estaba al acecho como un perro mientras cazaba Tonet, y al ver con su aguda mirada de vagabundo la aproximación de los enemigos, silbaba a su compañero para ocultarse».

Cañas y barro

Vicente Blasco Ibáñez



Fotograma de la serie de TVE "Cañas y barro"