miércoles, 22 de agosto de 2018

La puerta de los Apóstoles, vieja, rojiza, carcomida por los siglos

«La puerta de los Apóstoles, vieja, rojiza, carcomida por los siglos, extendiendo sus roídas bellezas a la luz del sol, formaba un fondo digno del antiguo tribunal: era como un dosel de piedra fabricado para cobijar una institución de cinco siglos.

En el tímpano aparecía la Virgen con seis ángeles de rígidas albas y alas de menudo plumaje, mofletudos, con llameante tupé y pesados tirabuzones, tocando violas y flautas, caramillos y tambores. Corrían por los tres arcos superpuestos de la portada tres guirnaldas de figurillas, ángeles, reyes y santos, cobijándose en calados doseletes. Sobre robustos pedestales exhibíanse los doce apóstoles; pero tan desfigurados, tan maltrechos, que no los hubiera conocido Jesús: los pies, roídos; las narices, rotas; las manos, cortadas; una fila de figurones, que más que apóstoles parecían enfermos escapados de una clínica, mostrando dolorosamente sus informes muñones. Arriba, al final de la portada, abríase, como gigantesca flor cubierta de alambrado, el rosetón de colores que daba luz a la iglesia, y en la parte baja, en la base de las columnas adornadas con escudos de Aragón, la piedra estaba gastada, las aristas y los follajes, borrosos por el frote de innumerables generaciones. 

En este desgaste de la portada adivinábase el paso de la revuelta y el del motín. Junto a estas piedras se había aglomerado y confundido todo un pueblo; allí se había agitado en otros siglos, vociferante y rojo de rabia, el valencianismo levantisco, y los santos de la portada, mutilados y lisos como momias egipcias, al mirar al cielo con sus rotas cabezas, Parecían estar oyendo aún la revolucionaria campana de la Unión o los arcabuzazos de las Germanías».

La barraca

Vicente Blasco Ibáñez


Puerta de los Apóstoles

Todocolección

martes, 21 de agosto de 2018

El alguacil del tribunal, que llevaba más de cincuenta años de lucha

«El alguacil del tribunal, que llevaba más de cincuenta años de lucha con esta tropa insolente y agresiva, colocaba a la sombra de la Portada ojival las piezas de un sofá de viejo damasco, y tendía después una verja baja, cerrando el espacio de acera que había de servir de sala de audiencia».

La barraca

Vicente Blasco Ibáñez




VAHG



lunes, 20 de agosto de 2018

A un lado alzábase la colina de San Salvador

«A un lado alzábase la colina de San Salvador con su ermita en la cumbre, rodeada de pinos, cipreses y chumberas. El tosco monumento de la piedad popular parecía hablarle como un amigo indiscreto, revelando el motivo que le hacía abandonar a los partidarios y desobedecer a su madre. 

Era algo más que la belleza del campo lo que le atraía fuera de la ciudad. Cuando los rayos del sol naciente le despertaron por la mañana en el vagón, lo primero que vio , antes de abrir los ojos, fue un huerto de naranjos, la orilla del Júcar y una casa pintada de azul, la misma que asomaba ahora, a lo lejos, entre las redondas copas de follaje, allá en la ribera del río. 

¡Cuántas veces la había visto en los últimos meses con los ojos de la imaginación!…»

Entre naranjos

Vicente Blasco Ibáñez


Monte de San Salvador. Alcira

Todocolección

domingo, 19 de agosto de 2018

Toda la huerta que tenía agravios que vengar estaba allí

«Llegaban unos tirando de sus caballejos con el serón cargado de estiércol, contentos de la colecta hecha en las calles; otros, en sus carros vacíos procurando enternecer a los guardias municipales para que los dejasen permanecer allí; y mientras los viejos conversaban con las mujeres, los jóvenes se metían en el cafetín cercano para matar el tiempo ante la copa de aguardiente, mascullando su cigarro de diez céntimos. 

Toda la huerta que tenía agravios que vengar estaba allí, gesticulante y ceñuda, hablando de sus derechos, impaciente por soltar ante los síndicos o jueces de las siete acequias el interminable rosario de sus quejas».

La barraca

Vicente Blasco Ibáñez


Tribunal de las Aguas. Bernardo Ferrándiz. 1865


La Esfera. 14 de julio de 1917

sábado, 18 de agosto de 2018

El Tribunal de las Aguas iba a reunirse en la puerta de los Apóstoles. Vídeo

«Era jueves, y, según una costumbre que databa de siglos, el Tribunal de las Aguas iba a reunirse en la puerta de los Apóstoles de la catedral de Valencia. 

El reloj de la torre llamada el Miguelete señalaba poco más de las diez, y los huertanos juntábanse a corrillos o tomaban asiento en los bordes del tazón de la fuente que adorna la plaza, formando en torno al vaso una animada guirnalda de mantas azules y blancas, pañuelos rojos y amarillos o faldas de indiana de colores oscuros».

La barraca

Vicente Blasco Ibáñez


http://www.tribunaldelasaguas.org/es/


El Tribunal de las Aguas 

viernes, 17 de agosto de 2018

Dos rahonetes no més...

«Al llegar Batiste a las inmediaciones de la taberna de Copa, un hombre apareció en el camino, saliendo de una senda inmediata, y marchó hacia él lentamente, dando a entender su deseo de hablarle. 

Batiste se detuvo, lamentando en su interior no llevar consigo ni una mala navaja, ni una hoz, pero sereno, tranquilo, irguiendo su cabeza redonda con la expresión imperiosa tan temida por su familia y cruzando sobre el pecho los forzudos brazos de antiguo mozo de molino. 

Conocía a aquel hombre, aunque jamás había hablado con él. Era Pimentó. 

Al fin ocurría el encuentro que tanto había temido. 

El valentón midió con una mirada al odiado intruso, y le habló con voz melosa, esforzándose por dar a su ferocidad y mala intención un acento de bondadoso consejo. 

Quería decirle dos razones: hacía tiempo que lo deseaba; pero ¿cómo hacerlo, si nunca salía de sus tierras? 

—Dos rahonetes no més... (Dos razoncitas nada más.). 

Y soltó el par de razones, aconsejándole que dejase cuanto antes las tierras del tío Barret. Debía creer a los hombres que le querían bien, a los conocedores de las costumbres de la huerta. Su presencia allí era una ofensa, y la barraca casi nueva, un insulto a la pobre gente. Había que seguir su consejo e irse a otra parte con su familia.

Batiste sonreía irónicamente, mientras hablaba Pimentó, y éste, al fin, pareció confundido por la serenidad del intruso, anonadado al encontrar un hombre que no sentía miedo en su presencia.

¿Marcharse él?... No había guapo que le hiciera abandonar lo que era suyo, lo que estaba regado con su sudor y había de dar el pan a su familia. El era un hombre pacífico, ¿estamos?; pero si le buscaban las cosquillas, era tan valiente como el que más. Cada cual que se meta en su negocio, y él haría bastante cumpliendo con el suyo sin faltar a nadie.

Luego, pasando ante el matón, continuó su camino, volviéndole la espalda con una confianza despectiva.

Pimentó, acostumbrado a que le temblase toda la huerta, se mostraba cada vez más desconcertado por la serenidad de Batiste.

—Es la darrera paraula? (¿Es la última palabra?) —le gritó cuando estaba ya a cierta distancia. 

—Sí; la darrera —contestó Batiste sin volverse».

La barraca

Vicente Blasco Ibáñez


Fotograma de la película "La barraca". 1946

jueves, 16 de agosto de 2018

El tal sujeto no cosecharía el trigo

«Y Pimentó se rascaba la frente oyéndolos, con cierta confusión. 

¿Qué iba a hacer?... Su propósito era decirle dos palabritas a aquel advenedizo que se metía a cultivar lo que no era suyo; una indicación muy seria para que «no fuera tonto» y se volviese a su tierra, pues allí nada tenía que hacer. Pero el tal sujeto no salía sus campos, y no era cosa de ir a amenazarle en su propia casa. Esto sería dar el cuerpo demasiado, teniendo en cuenta lo que podría ocurrir luego. Había que ser cauto y guardar la salida. En fin...: un poco de paciencia. El lo único que podía asegurar es que el tal sujeto no cosecharía el trigo, ni las habas, ni todo lo que había plantado en los campos de Barret. Aquello sería para el demonio».

La barraca

Vicente Blasco Ibáñez


Trillando el trigo

La Semana Gráfica. 7 de noviembre de 1931


Cribando el trigo

La Semana Gráfica. 7 de noviembre de 1931


Típico horno de la huerta valenciana

La Semana Gráfica. 7 de noviembre de 1931


Interior del Molino de Vera

La Semana Gráfica. 7 de noviembre de 1931

miércoles, 15 de agosto de 2018

En memoria del gran escritor Blasco Ibáñez

En memoria del gran escritor Blasco Ibáñez





Mundo Gráfico. 8 de febrero de 1928

http://hemerotecadigital.bne.es/issue.vm?id=0002319801&page=16&search=&lang=es

martes, 14 de agosto de 2018

El Casinet

El Casinet

«“El Casinet” es el nombre popular por el que se conoce al edificio de estilo modernista donde se aloja la Sociedad Musical Unión de Pescadores (SMUP). Es un símbolo de la autarquía obrera y pesquera en los inicios del siglo XX. Un símbolo de su progreso. Ubicado a pocos metros de la Playa del Cabanyal y flanqueado, precisamente, por la Calle del Progreso.



http://www.smup-elcasinet.org/historia.html

Fue uno de los iconos del blasquismo en su etapa más floreciente, tiempo durante el cual Blasco Ibáñez, desde sus balcones, dió célebres mítines políticos que arraigaron profundamente en sus gentes. Es por tanto uno de los edificios más emblemáticos e importantes del barrio del Cabanyal en Valencia.




Blasco Ibáñez en la inauguración de la escuela pública de Cabañal. 16 de mayo 1921


Marga Preda

https://www.facebook.com/groups/105629593544887/


La construcción del Casinet fue finalizada en 1909 por obra de Juan Bautista Gonsálvez Navarro, un notable arquitecto cuya vinculación con el Cabanyal iría más allá de lo profesional hasta el punto de llegar a ser alcalde durante el Enero de 1890, viéndose obligado a dimitir forzosamente por problemas de salud ese mismo mes, además, es autor de otros edificios emblemáticos como la Lonja del Pescado y muchos otros proyectos que definieron la evolución de este barrio.



http://www.smup-elcasinet.org/historia.html

Gonsálvez fue la respuesta de los pescadores para construir por su cuenta la Lonja del Pescado debido a su descontento hacía el proyecto que había diseñado el Ayuntamiento de Valencia con su arquitecto municipal para este mismo propósito. De este modo, con la aún reciente pérdida de su independencia y posterior anexión del Pueblo Nuevo del Mar al Ayuntamiento, los pescadores subrayaban la desconexión de la ciudad con su periferia y su marcado carácter republicano, tan ligado a los movimientos liderados por Blasco Ibáñez y Rodrigo Soriano.







Beatriz Galindo Fernández

Originalmente El Casinet fue construido para albergar la sociedad “El Progreso Pescador”. Una cooperativa fundada en 1902 por la clase obrera tras entrar en huelga y segregarse de la Marina Auxiliante, perteneciente a los patronos. La finalidad de esta sociedad era suministrar y proveer productos de primera necesidad a los pescadores a cambio del pago en especie.

En 1924, la Cooperativa al encontrarse en una situación económica muy precaria y no poder hacer frente a la hipoteca del edificio, decide subsistir fusionándose con la Unión de Pescadores (una caja de pensiones enfocada a dar cobertura a pescadores jubilados), quienes a cambio de hacerse cargo de los gastos y las deudas se quedaron con el edificio. Tras la absorción, la cooperativa finalmente desapareció como tal, las barcas se vendieron y únicamente siguió funcionando como caja de pensiones.



Vicente Blasco Ibáñez en el Cabañal 


Acto de exaltación de "La barraca". 1921

José Navarro Escrich

https://www.facebook.com/groups/105629593544887/


Desde ese momento, La Unión de Pescadores destinó parte del edificio a actividades sociales y culturales, así, distintas peñas recreativas tan dispares como el senderismo o fútbol, escuelas de esgrima, teatro y danza e incluso un café fueron poblando el interior del Casinet.


http://www.smup-elcasinet.org/historia.html

En 1926, se funda y se establece en el edificio la Sociedad Musical Unión de Pescadores (SMUP), proveniente de la escisión de la antigua Patronato del Pueblo Nuevo del Mar, una banda cuyo origen se remonta a 1880 y que fue legalizada socialmente en 1894.

Tras el estallido de la Guerra Civil y su resultado en 1939, la Unión de Pescadores, debido a su mentalidad republicana y su vinculación tanto a movimientos obreros como a la CNT, fue extinta. La Falange Española se apropió del edificio durante la dictadura franquista y con el paso de los años irían desapareciendo todas las distintas actividades socioculturales que se venían realizando en él.



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La única actividad que ha perdurado es La Sociedad Musical Unión de Pescadores, siendo en la actualidad la propietaria del edificio y continuando con su labor en este histórico símbolo del barrio del Cabanyal, El Casinet».


http://www.smup-elcasinet.org/

El Casinet: l’empremta republicana al Cabanyal

«El centenari Casinet del Cabanyal és ara la seu d’un grup de músics joves, però durant el segle passat aquest bell i protegit edifici modernista va ser escenari essencial dels canvis socials de la tortuosa centúria. Lluita obrera, cooperativisme proletari de resistència davant dels cacics, contrabandistes que aprenien esgrima, mítings de Blasco Ibáñez, cau de conspiradors republicans. Un símbol del barri pescador rebel.

Cada dilluns i dijous l’orquestra de la Societat Musical del Casinet assaja a l’ampli saló de l’esplèndid edifici del modernisme clàssic, que dóna als carrers Pintor Ferrandis, Pepe Benlliure i Progrés, al cor del barri marítim.



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L’escriptor i cabanyaler d’honor, Vicent Blasco Ibáñez, un dels primers actors d’aquest espai, continua mirant sorrut des d’una foto emmarcada del primer pis. Encara que les belles quinze portes de mig arc d’estil clàssic que envolten la majestuosa casa estan tancades rígidament, dins continua havent-hi vida. Els que interpreten i ensenyen música ací són homes i dones jóvens, hereus d’una tradició que es remunta al principi del segle XX; en concret, a l’any 1909, que es va acabar de construir, igual que una altra icona essencial com la Llotja dels Pescadors.


Blasco Ibáñez junto a las pescateras de El Progreso Pescador. 1911


http://elargonautavalenciano.blogspot.com.es/


Al primer pis s’imparteixen classes de música a menuts i a grans, i unes quantes fotos remotes recorden la llarga història d’aquest lloc. Alguna cosa deu tenir aquest edifici protegit si, encara al començament dels anys noranta, la cafeteria, ara tancada, era freqüentada pels progres valencians com una icona llibertària del vell barri lluitador.

El Casinet és exemple de resistència popular als poderosos i un símbol del progressisme de les poblacions marítimes. Malgrat que, com tot el barri, va!experimentar la maledicció franquista de la postguerra, va continuar mantenint el pressentiment dels vells republicans que el freqüentaven.


1915


Archivo de Rafael Solaz

En temps del blasquisme es va anomenar Centre Instructiu Republicà de la Societat dels Pobles de la Mar, i des d’aquests balcons Blasco llançava els seus mítings. Però sobretot va ser seu de la Societat del Progrés Pescador, cooperativa pesquera d’obrers pescadors.

La història d’aquest lloc està marcada per la lluita per la dignitat i la supervivència del barri maltractat. Una història que va des dels temps de les lluites obreres durant els anys 20 fins a la bullícia revolucionària de la República, la resistència a la nit franquista i, al final, la permanència, com un símbol de llibertat, de la centenària Societat Musical dels Pescadors del Cabanyal. Són ells els que mantenen viu l’esperit de l’edifici.


«Esta playa, señores, tiene más significación y más importancia mundial de lo que vosotros podéis imaginar. Yo puedo deciros que he sentido orgullo como valenciano cuando, al visitar el Museo de Luxemburgo, de París, he visto allí, en medio de grandes producciones artísticas, trasladado al lienzo, este mismo cuadro que veis aquí... Yo también he contribuido a esta idealización por medio de mis novelas, que van traducidas a casi todos los idiomas de Europa».

Fragmento del discurso pronunciado por Blasco Ibáñez


El Pueblo. 20 de febrero de 1911


“En aquest lloc, l’única cosa que queda de social i de cultural d’abans som nosaltres”, diu la presidenta de la Societat, Mila Parra. “Som una secció del que!llavors va ser una societat sense ànim de lucre que promou la música i la cultura”. Blasco estaria content en sentir aquestes paraules, encara que la vella lluita dels proletaris del Progrés Pescador quede lluny.

“El Casinet és un símbol del progressisme valencià, no en general, sinó de la!consciència i la solidaritat obreres. És la història de la Societat del Progrés Pescador, una cooperativa que van muntar els proletaris de la mar davant dels abusos dels amos de les barques, de la Marina Auxiliadora, que pagaven malament”, assenyala l’investigador Antonio Sanchis.

“El Casinet m’evoca la permanència, la vida, la font d’alimentació del món obrer”, afig nostàlgic aquest conscienciós cronista, autor de la Historia del Cabanyal, siglo xx y un incierto futuro (Javier Boronat Ed., 2009), crònica indispensable de la memòria del llegendari barri pescador.

I aquesta història es remunta al començament del segle xx, a l’època en què el blasquisme estava en auge i el Casinet, construït per l’arquitecte Juan Bautista Gosálvez, era una cooperativa d’alimentació per als pescadors que hi podien comprar tot allò que necessitaven per a les barques.

Des del començament va ser un lloc de reunions populars. És l’època de Blasco i dels seus mítings republicans als nombrosos i amplis balcons de l’edifici, ara també cegats. Els temps en què l’escriptor es va posar a viure al xalet de la Malva-rosa i “tots els maçons hi anaven a veure’l en massa”.


Fachada principal del chalet de la Malvarrosa


http://www.cervantesvirtual.com/


Al Casinet, els que s’hi reunien, “els unia l’idioma de la mar”, diu Pep Martorell, compilador de tradició oral a les poblacions marítimes. “Un cau on la gent parlava. Se n’anaven al Casinet a buscar fonts d’informació i a jugar al truc”.

Blasco Ibáñez, en la seua incessant lluita per l’ideari republicà i els drets dels obrers, va donar des del principi suport als treballadors rebels del Casinet, igual que va impulsar el Pòsit de Pescadors, institució social l’edifici de la qual fins i tot es manté dret, a les termes Victòria.

“Blasco era un Déu a les poblacions marítimes. Quan va tornar de l’Argentina, ací el van rebre com l’Esperit Sant. Qualsevol cosa que feia era aclamada. I el Casinet va ser un dels seus escenaris preferits”, sosté Sanchis.



Vicente Blasco Ibáñez en el Cabañal 


Acto de exaltación de "La barraca". 1921

Subida por José Vicente Luján Estellés‎ a VAHG


El Casinet, durant els anys 30, va rebre el suport del casino republicà d’El Porvenir. El 1933, la Penya Blasco Ibáñez s’instal·la en aquest local. En aquesta seu es duen a terme tot tipus d’activitats benèfiques i socials per pal·liar l’endèmica marginació del barri.

La Societat del Progrés Pescador sorgeix, a principi de segle, “com a conseqüència de les contínues desavinences entre els armadors i els patrons de la Marina Auxiliador i els mariners assalariats, que decideixen independitzar- se i crear una altra societat de pescadors sense barca pròpia, mariners a sou”.


Procesión Cristo del Salvador 


El Casinet a la izquierda

Todocolección


“De la lluita pels drets del treballador i la seua independència naix la Societat, com un símbol d’emancipació obrera a les poblacions marítimes, d’ideologia republicana i amb influències marcadament blasquistes”, escriu la llicenciada en Belles Arts Beatriz Galindo en el seu documentat estudi sobre les societats!pesqueres i en què “pretén reivindicar el valor patrimonial, tant material com immaterial, del llegat sociocultural de les dues úniques societats pesqueres de la mar de la ciutat de València, la Marina Auxiliadora i el Progrés Pescador”.

Les àmplies façanes i balconades del Casinet trauen cap a tres carrers!emblemàtics del barri, sobretot el llarg carrer del Progrés, que creua el Cabanyal de nord a sud i que ha mantingut el nom revolucionari (no, però, el carrer de la Reina, abans de la dictadura anomenat de la Llibertat). Hi havia a!la façana una placa de marbre ovalat que deia: Penya Republicana Federalista. President Vicent Blasco Ibáñez, que va desaparéixer, segons conten els més vells del lloc.

Els estudiosos del Marítim recorden que sempre va ser un lloc de reunió de progressistes. La història d’aquest indret també té caires aventurers, com les classes d’esgrima que s’hi impartien als pescadors en temps del contraban per a poder defendre’s durant les seues singladures per les costes d’Orà o de Tànger.



Procesión de la Semana Santa Marinera


El Casinet a la izquierda

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Els pescadors, contrabandistes per necessitat, que s’embrancaven de vegades en baralles per les costes africanes, necessitaven saber esgrima. Encara als anys quaranta, per a molts el mitjà de vida al Cabanyal era el contraban. El barri s’anomenava “la petita Rússia”. El franquisme tenia tírria a València i, sobretot, a aquest barri que va quedar destrossat en un 25 % durant la Guerra Civil, per no parlar de les riuades devastadores del 1949 i del 1957.




Eugenia Viñes con calle del Pintor Ferrandis. Octubre de 1957


http://elsnostresarrels.blogspot.com.es/2013/


Als anys quaranta, les dues societats rivals, la Marina Auxiliadora i el Progrés!Pescador, es van unir en una única confraria de pescadors, que ara llangueix!davant de la industrialització creixent del port valencià.

Però el Casinet resisteix gràcies a la seua societat de músics. Una foto immensa en color sépia de Pascual García, el primer mestre de l’orquestra, se situa davant deles petites aules de música. S’hi senten els trombons i els clarinets, s’hi celebren setmanes culturals, s’hi convida les escoles del barri, els professors hi fan concerts didàctics…



La banda desfilando ante el Sanatorio San Juan de Dios


http://ateneomusicaldelpuerto.net/


Però els músics no estan satisfets del tot. La vella cooperativa, que hui és societat musical, continua reivindicativa. Els socis demanen un auditori per a les cinc bandes que té el Marítim. No comprenen la infrautilització del teatre El Musical, al Canyamelar, que seria òptim per a les bandes, els concerts de les quals serien un rent cultural per al barri, i que espuris interessos immobiliaris volen desunir. O les naus de Heineken, infrautilitzades.

Amb tot, el vell edifici del Casinet, amb els seus cent cinc anys a collibè, continua donant faena. Les quinze portes tancades del local clamen al cel i, no obstant això, arrogant, dreça la seua cúbica mola modernista com un monument a la resistència urbana, enfront dels que volen destrossar la història destruint el barri».

Abelardo Muñoz

El País. 26 de febrero de 2014

lunes, 13 de agosto de 2018

El altar de Blasco Ibáñez

El altar de Blasco Ibáñez

«Esta monumental mesa de mármol de la terraza del chalé de Vicente Blasco Ibáñez es sólo una réplica de la original, como casi todo aquí. La auténtica fue una mesa de mármol de Carrara de estilo imperio con ampulosos grifos, y desapareció, como le ocurrió a todo lo que había en esta casa. Éste fue el templo de verano que Blasco se levantó en la playa de la Malva-rosa a principios del siglo XX para su propio culto, cuando la playa era un mural panorámico de Sorolla con pescadoras con el pañuelo en la cabeza, niños desnudos en la orilla, velas latinas y bueyes, mientras la acequia de Vera daba el punto fecal violeta sobre el mar que sólo supo ver Muñoz Degrain.


http://www.fundacionblascoibanez.com/

Si hay que hacer caso de las insinuaciones del sorianista Lluís Bernat, El Coixo, en su alegato contra el novelista titulado Casiquisme (sic) roig, fue un ferviente admirador, que luego sería traicionado en lo más íntimo por Blasco, quien le regaló el terreno para que se hiciese esta casa en una zona donde prosperaban las residencias de recreo modernistas de la burguesía valenciana. El chalé fue construido en 1902 por Vicente Bochons de acuerdo con los cánones del historicismo neogriego que imperaban a finales del XIX, de forma cúbica y con una nutrida ornamentación de grecas, palmetas, llagados y recuadros.


http://casamuseoblascoibanez.com/

En la fachada principal sobresalía esta soberbia terraza galería con pilares jónicos y cariátides con vistas al mar, a la que se accedía desde el despacho del escritor, donde había otra mesa de madera cuadrada, en la que Blasco ponía las botas sobre el travesaño y escribía como si condujera una diligencia, sin quitarse la chaqueta. Entonces el mar estaba más cerca de la casa, puesto que la escollera del puerto no había acumulado la arena que ahora ha permitido la construcción del paseo marítimo, y se confundía con la mesa de mármol de Carrara, como si fuera una prolongación. Sobre este fresco altar Blasco se oficiaba a sí mismo con un vaso de brandy en una mano y un habano en la otra, y en días claros se entretenía repasando los contornos de su influencia política, que iba de Sagunto y Gandia sin interrupciones. Éste era un estuche ergonómico cortado a la medida de Blasco, en el que fue tan feliz que luego intentó reproducirlo en la Costa Azul con su casa de Fontana Rosa, en Mentón, donde moriría esperando a Víctor Hugo.


http://13escultor.blogspot.com/

Tras la guerra civil, el Gobierno se incautó de la casa y durante muchos años fue la sede de la OJE. Sobre aquel brasero de republicanismo los cachorros del franquismo deglutieron grandes dosis de formación del espíritu nacional, hasta que las discotecas dejaron a la OJE obsoleta y el edifició quedó abandonado ante las desavenencias de la familia del novelista. En los años setenta en el escritorio de Blasco se pegaron los primeros chutes de heroina de Valencia, y el chalé se convirtió en una boca de lobo muy peligrosa.


http://elargonautavalenciano.blogspot.com/2018/02/recuerdos-de-1928.html

Finalmente, en 1979 el Ayuntamiento de Valencia compró el edifició por 14 millones de pesetas para restaurarlo, pero los arquitectos prefirieron derribarlo y construirlo de nuevo.




La obra se culminó a finales de 1993, y desde entonces ha funcionado como una casa museo donde se muestran algunos objetos y reliquias de interés blasquista. También hubo que hacer una réplica de la mesa con animales fabulosos en las patas, aunque ahora Blasco también es una réplica de sí mismo. Es el escritor de referencia de la derecha, y hasta los arzobispos leen las novelas de este anticlerical de La Bandera Federal».

Miquel Alberola

El País. 27 de agosto de 2001

sábado, 11 de agosto de 2018

Finca "La Malvarrosa". Epílogo

Finca "La Malvarrosa". Epílogo


«Sobre esta mesa, si me muero, quiero 
que me velen los pescadores».

Vicente Blasco Ibáñez

«Hoy, sus habitantes no pueden ser más que gentes marginadas, ignorantes del tiempo histórico que esta casa posee, evitando que sus muros y techos se derrumben un poco más, o que la mesa de mármol ceda definitivamente. Mañana será lo que la resurgente conciencia valenciana decida.»

El País. 28 de enero de 1978



La Vanguardia

«Mientras se recuperaba el pasado, una pieza de nuestro pasado más reciente se iba cayendo a trozos: el chalet de Blasco Ibáñez.

Pocas ruinas más anunciadas y derrotas más pregonadas que ésta. ¿Era demasiado tarde cuando en 1980 el Ayuntamiento compró el chalet? Los informes municipales parecían desmentirlo. Pero tampoco nadie parecía tener mucha ilusión en apuntalar sus viejas paredes. En realidad, muchas opiniones se decantaban por la operación “borrón y cuenta nueva”. Más valía que se desmoronara y luego ya se reconstruiría de nueva planta. Ya veríamos si con los planos originales o con un nuevo diseño. Otra opción defendía que al menos convenía apuntalar las cuatro fachadas que todavía se mantenían en pie, componer al menos la apariencia externa y rediseñar por completo el interior, adaptándolo a unas necesidades que se irían determinando. Se mantendría así su efecto visual de gran contenido simbólico.

Cuando el Ayuntamiento parece que quiere tomárselo en serio y estudiarlo es en julio de 1983. Pero pasadas las Navidades del 85, el chalet fue simplemente derrocado.»

Historia de la Malvarrosa (Nacida del agua)

Antonio Sanchis Pallarés


http://solerdos.blogspot.com.es/


Paco Dolz

«También se decretó la restauración de determinados inmuebles, el tiempo fue corriendo y al acometer la empresa lo mejor era tirarlo todo patas al aire, que eso aconteció ahora en la playa valenciana de la Malvarrosa, con el chalet de Blasco Ibáñez, años y años abandonado y a merced de los vagabundos. La casa del novelista no tenía arreglo y se optó por levantar otra nueva teniendo a la vista su estampa antigua. Para los devotos del escritor, la torre de la Malvarrosa cobraba un valor sentimental.»

La Vanguardia. 11 de febrero de 1984


Las Provincias


http://arteyartificios.blogspot.com.es/