domingo, 29 de noviembre de 2020

La Navidad según Blasco Ibáñez. 02

«¡Gran Dios...! ¡cuánta gente! Valencia entera estaba allí. Todos los años ocurría lo mismo en el día de Nochebuena. Aquel mercado extraordinario, que se prolongaba hasta bien entrada la noche, resultaba una festividad ruidosa, la explosión de alegría y bullicio de un pueblo que entre montones de alimentos y aspirando el tufillo de las mil cosas que satisfacen la voracidad humana, regocijábase al pensar en los atracones del día siguiente. En aquella plaza larga, ligeramente arqueada y estrecha en sus extremos, como un intestino hinchado, amontonábanse las nubes de alimentos que habían de desparramarse como nutritiva lluvia sobre las mesas, satisfaciendo la gigantesca gula de la Navidad, fiesta gastronómica, que es como el estómago del año».

Arroz y tartana

Vicente Blasco Ibáñez
 
 
Plaza del Mercado. 1888
 
 Archivo José Huguet Chanza 
 
Valencia en 1888

http://www.skyscrapercity.com/showthread.php?p=97076563
 

 

viernes, 27 de noviembre de 2020

La Navidad según Blasco Ibáñez. 01

«A las tres de la tarde entró doña Manuela en la plaza del Mercado, envuelto el airoso busto en un abrigo cuyos faldones casi llegaban al borde de la falda, cuidadosamente enguantada, con el limosnero al puño y velado el rostro por la tenue blonda de la mantilla.

Tras ella, formando una pareja silenciosa, marchaban el cochero y la criada: un mocetón de rostro carrilludo y afeitado que respiraba brutal jocosidad, luciendo con tanta satisfacción como embarazo los pesados borceguíes, el terno azul con vivos rojos y botones dorados y la gorra de hule de ancho plato, y a su lado una muchacha morena y guapota, con peinado de rodete y agujas de perlas, completando este tocado de la huerta su traje mixto, en el que se mezclaban los adornos de la ciudad con los del campo.

El cochero, con una enorme cesta en la mano y una espuerta no menor a la espalda, tenía la expresión resignada y pacienzuda de la bestia que presiente la carga. La muchacha también llevaba una cesta de blanco mimbre, cuyas tapas movíanse al compás de la marcha, haciendo que el interior sonase a hueco; pero no se preocupaba de ella, atenta únicamente a mirar con ceño a los transeúntes demasiado curiosos o a pasear ojeadas hurañas de la señora al cochero o viceversa. Cuando, doblando la esquina, entraron los tres en la plaza del Mercado, doña Manuela se detuvo como desorientada».

Arroz y tartana

Vicente Blasco Ibáñez


 
Plaza del Mercado
 
Valencia en 1888
 
Ajuntament de València

 

miércoles, 25 de noviembre de 2020

Ahora que es rica, venderá el pescado propio

«Ya era hora, ¡rediel! No le verían más como marinero ni patrón alquilado; sería amo de barca, y como distintivo de su rango plantaría a la puerta de su casa el mástil más alto que encontrase para secar en la punta sus redes. 

Señores, sépanlo todos: el Retor hace una barca; Dolores la guapa, si va a la Pescadería ahora que es rica, venderá el pescado propio».

Flor de mayo

Vicente Blasco Ibáñez


 
Pescadería en el Mercado Central. 1958
 
Cortesía de José Navarro Escrich

 

lunes, 23 de noviembre de 2020

Y la gente de menor cuantía que estaba en San Agustín o San Miguel de los Reyes

«Salían a conversación todos los amigos que se hallaban ausentes por voluntad o por fuerza; el tío Tripa , que había muerto hecho un santo después de una vida de trueno; los Donsainers , huidos a Buenos Aires por unos golpes tan mal dados, que el asunto no se pudo arreglar ni aun mediando el mismo gobernador de la provincia; y la gente de menor cuantía que estaba en San Agustín o San Miguel de los Reyes, inocentones que se echaron a valientes sin contar antes con buenos protectores».

Guapeza valenciana

Cuentos valencianos
 
Vicente Blasco Ibáñez
 

 
Penal de San Agustín. 1898
 
José Martínez Aloy 

Archivo José Huguet
 
https://www.skyscrapercity.com/threads/remember-val%C3%A8ncia-iii.1694463/page-266

 

sábado, 21 de noviembre de 2020

Decidió invertir su capital en una barca

«Como consecuencia de estos razonamientos que por la noche rumiaba agitándose entre sábanas y molestando a su Dolores, a la que no dejaba de consultar, decidió invertir su capital en una barca; pero no una barca cualquiera, sino la mejor, si era posible, de todas cuantas se daban a la vela frente a la casa del bous». 

Flor de mayo

Vicente Blasco Ibáñez


 
Astilleros en la playa del Cabañal
 
Todocolección

jueves, 19 de noviembre de 2020

Y se fué con su tío hacia el lejano Cabañal

«Y se fué con su tío hacia el lejano Cabañal, sin echar una última mirada a la infeliz Garbosa, que se quedaba allí pataleando, prisionera de la arena, recibiendo en su pecho los puñetazos del mar, sintiendo a cada empujón que se le desencuadernaba el cuerpo y salía flotando un pedazo de sus entrañas; muriendo sin gloria, en la obscuridad, tras una larga vida de trabajo, como el caballo viejo, abandonado en medio del camino, cuyo blanco esqueleto atrae el revoloteo de los cuervos».

Flor de mayo

Vicente Blasco Ibáñez

 
 Padre Luis Navarro / Travesía Pescadores. 1880

Martín Vidal Corella

Subida por Carlos Tárrega Momblanch a VAHG

 

 

martes, 17 de noviembre de 2020

El meloso socarraet, el bocado más exquisito de la paella

«Eran gente de buenas tragaderas, y pronto salió a luz el fondo de la sartén, viéndose, por los profundos agujeros que las cucharas de palo abrían en la masa de arroz, el meloso socarraet, el bocado más exquisito de la paella».

Guapeza valenciana

Cuentos valencianos
 
Vicente Blasco Ibáñez
 
 
"La Paella al mitg com te que ser..." (sic)
 
Valencia. Años 60
 
Todocolección

domingo, 15 de noviembre de 2020

Se alejaban también cargados con la vela

«Tonet y los demás tripulantes se alejaban también cargados con la vela y lo poco que quedaba en la barca de aprovechable. Al gato lo pescaron cuando estaba a punto de ahogarse; había caído de la barca en el momento de encallar».

Flor de mayo

Vicente Blasco Ibáñez

 
Recogiendo la vela. 1908

Joaquín Sorolla y Bastida
 
Óleo. 91 x 112

Colección privada

 

viernes, 13 de noviembre de 2020

Los carabineros del puesto más próximo estaban untados

«No había cuidado; los carabineros del puesto más próximo estaban untados y vigilaban para avisar si llegaba el jefe. A los que no había que perder de vista era a la tropa silenciosa que hacía la descarga, gente demasiado lista de manos que gustaba de aprovecharse del barullo, y creía aquello de quien roba a un ladrón, etc. No; pues de él no se reirían, ¡redeu! al primero que escondiera un fardo, le pegaba un tiro». 

Flor de mayo

Vicente Blasco Ibáñez

 
Esperando las barcas

Playa del Cabañal

http://www.skyscrapercity.com/showthread.php?p=68555811 


miércoles, 11 de noviembre de 2020

Faltando sólo que le echasen el arroz

«Aquel desfile de guapos detúvose en todos los cafetines del tránsito para refrescar con medias libras de aguardiente, convidando a los policías conocidos que encontraban al paso, y cerca de las doce llegaron a la alquería del camino de Burjasot, donde la paella burbujeaba ya sobre los sarmientos, faltando sólo que le echasen el arroz».

Guapeza valenciana

Cuentos valencianos
 
Vicente Blasco Ibáñez
 
 
Merendero "La Herradura" 
 
La Malvarrosa

https://www.facebook.com/Merendero-La-Herradura-327224134397056/


lunes, 9 de noviembre de 2020

O a encallar frente a Nazaret

«Demasiado conocía él aquella costa. Permanecer allí aguantando, era ir antes de dos horas, arrastrado por el mar y el viento, a estrellarse contra la escollera de Levante o a encallar frente a Nazaret. Retroceder mar adentro, era imposible. Ya hacía rato que por ciertos crujidos de la barca, adivinaba el agua en la cala abarrotada de fardos. Si seguía algunas horas más en el mar, los golpes la irían desmenuzando, hasta hacerla astillas. 

Había que ir a tierra, aunque esto fuese buscar el peligro. Y la Garbosa marchó recta, empujada más por las olas que por el viento, hacia la obscura playa».

Flor de mayo

Vicente Blasco Ibáñez

 
  Playa de Nazaret. Desembocadura del Turia

Fondo Huguet

El puente de Astilleros. Inmaculada Aguilar Civera

Subida por Carlos Tárrega Momblanch a VAHG

sábado, 7 de noviembre de 2020

Tenían enfrente el Cabañal

«A la una de la madrugada vieron los de a bordo el faro de la iglesia del Rosario.*

Tenían enfrente el Cabañal. La noche era a propósito para un alijo. ¿Pero les esperarían?

El Retor, conforme se aproximaban a tierra, perdía su asombrosa serenidad». 

* Imagino que se referiría a el faro de Nuestra Señora de los Ángeles

Flor de mayo

Vicente Blasco Ibáñez

 
Vista aérea de Cañamelar y Cabañal
 
http://www.valencia.es/
 

jueves, 5 de noviembre de 2020

En las espesuras de la Dehesa

«Otras veces la fiesta era mayor. Por la mañana, el tío Paloma , sintiendo la comezón de las aventuras, había desembarcado con algún camarada tan viejo como él en las espesuras de la Dehesa. Larga espera tendidos sobre el vientre entre los matorrales, espiando a los guardas, ignorantes de su presencia. Así que asomaban los conejos dando saltos en torno de los tallos de la maleza, ¡fuego en ellos! dos al saco y a correr, a ganar la barca, riéndose después, desde el centro del lago, de las carreras de los guardas por la orilla buscando en vano a los cazadores furtivos».

Cañas y barro

Vicente Blasco Ibáñez


 
1955. Vista aérea de la Dehesa del Saler antes de empezar a urbanizarla.
 
Las Provincias. 150 años de historia en mil imágenes. Retrato de Valencia
 
Subida por Carlos Tárrega Momblanch a VAHG


martes, 3 de noviembre de 2020

El nieto se aproximaba al tío Paloma, como si le atrajese el buen olor de su caldero

«Tono dejaba hacer su voluntad al padre. No había que pensar en someter al viejo, y el aislamiento continuaba entre él y la familia. El pequeño Tonet era el único lazo de unión. Muchas veces el nieto se aproximaba al tío Paloma, como si le atrajese el buen olor de su caldero.

— ¡Tin, pobret, tin! —decía el abuelo con cariñosa lástima, como si lo viese en la mayor miseria. 

Y le regalaba un muslo de fúlica, grasiento y estoposo sonriendo al ver cómo lo devoraba el pequeñuelo. 

Cuando arreglaba algún all y pebre con sus viejos amigotes en la taberna, se llevaba al nieto sin decir palabra a los padres».

Cañas y barro

Vicente Blasco Ibáñez

 
Comiendo en la barca. La Albufera 

http://juanansoler.blogspot.com.es/