lunes, 31 de julio de 2017

Sonaban los pesados mazos de los calafates

«...sonaban los pesados mazos de los calafates con incesante regularidad, y todos los ruídos absorbíanse en la calma majestuosa del ambiente impregnado de luz, que envolvía sonidos y objetos en una vaguedad fantástica».

Flor de mayo

Vicente Blasco Ibáñez


Constructores de barcos

Joaquín Sorolla

domingo, 30 de julio de 2017

¡ Al aigua fresque­ta !

«La pequeña Roseta, cargada con un cántaro casi tan grande como ella, iba vaso en mano por la playa de los baños, agitando su maraña de rubios pelos y gritando con voz débil: “Al aigua fresque­ta!”, sacada de la fuente del Gas».

Flor de Mayo

Vicente Blasco Ibáñez



Acequia del Gas / d'en Gasch

Archivo de José Huguet

Del libro: "La Valencia desparecida"

Foto actual realizada por Ángel Martínez

sábado, 29 de julio de 2017

Donde rumiaban en sus establos los enormes bueyes

«La playa estaba en reposo. La casa dels bous, donde rumiaban en sus establos los enormes bueyes para el arrastre de las barcas, alzaba su cuadrada mole con rojizo tejado y azules cuadrantes en sus paredes sobre las largas filas de barcas puestas en seco, que formaban en la orilla una ciudad nómada con calles y encrucijadas; algo semejante a un campamento griego de la edad heroica, donde las birremes puestas en seco servían de trincheras».

Flor de Mayo

Vicente Blasco Ibáñez


Playa del Cabañal

https://www.ebay.fr/

viernes, 28 de julio de 2017

O que fuese a la costura del Cabañal

«Si ella tuviera que vivir de lo que trabajase su hija, estaba arreglada. ¡Criatura más desmañada y perezosa!... En la taberna rompía vasos y platos al intentar limpiarlos; quemábase el pescado en la sartén si ella cuidaba del fogón, y al fin su madre tenía que dejarla corretear por la playa o que fuese a la costura del Cabañal».

Flor de Mayo

Vicente Blasco Ibáñez



Alumnas de una academia de bordado y costura en el Cabañal

La Semana Gráfica. 23 de abril de 1927

jueves, 27 de julio de 2017

Se agarraron en medio del pasadizo húmedo y pegajoso

«Y Dolores se echó fuera de su puesto, remangándose aun más los brazos, con los ojos moteados por el extraño fulgor de sus puntos de oro. Allá iba la otra: con la cabeza baja, mascullando las más atroces palabrotas; temblando de pies a cabeza por la rabia y atropellando a cuantos intentaron detenerla. 

Se agarraron en medio del pasadizo húmedo y pegajoso, entre las dos filas de mesas. 

La mujercita nerviosa y débil chocó con ímpetu contra la buena moza sin lograr abatirla. Eran el nervio chocando contra el músculo; la ira azotando á la fuerza, sin causarla la menor emoción. 

Dolores esperó a pie firme, acogiendo a su rival con una lluvia de bofetadas que enrojecieron lívidamente las enjutas mejillas de Rosario; pero de pronto lanzó un alarido, llevándose ambas manos á una oreja. 

Por entre los dedos brotaban hilillos de sangre... ¡Ah, la grandísima perra! La había desgarrado la oreja tirando de uno de aquellos pendientes de gruesas perlas que admiraba la Pescadería entera».

Flor de Mayo

Vicente Blasco Ibáñez



Ilustración de José Segrelles Albert para Flor de Mayo

Cortesía de En Ateneo





miércoles, 26 de julio de 2017

Este será de los nuestros

«Pasó el tiempo, y su nuera le dio un nieto, un Tonet, que el abuelo llevaba muchas tardes en brazos hasta la orilla del canal, ladeando la pipa en su boca desdentada para que el humo no molestase al pequeño. ¡Demonio de muchacho, y qué guapo era! La larguirucha y fea de su nuera era como todas las hembras de la familia; lo mismo que su difunta: daban hijos que en nada se parecían a sus progenitores. El abuelo, acariciando al pequeño, pensaba en el porvenir. Lo enseñaba a los camaradas de su juventud, cada vez más escasos, y vaticinaba el porvenir.

"Este será de los nuestros: no tendrá más casa que la barca. Antes de que le salgan todos los dientes ya sabrá mover la percha…"»

Cañas y barro

Vicente Blasco Ibáñez


La Albufera

Todocolección

martes, 25 de julio de 2017

Primero el privilegio del glorioso San Jaime

«Primero el privilegio del glorioso San Jaime, el que mataba moros, pues el barquero, en su respeto por el rey conquistador, que regaló el lago a los pescadores, creía poca cosa la realeza y lo quería santo. Después venían las concesiones de Don Pedro, Doña Violante, Don Martín, Don Fernando, todos reyes y unos benditos siervos de Dios, que se acordaban de los pobres; y quién el derecho a cortar troncos de la Dehesa para calar las redes, quién el privilegio de aprovecharse de las cortezas del pino para teñir el hilo de las mallas, todos regalaban algo a los pescadores. Aquéllos eran otros tiempos. Los reyes, excelentes personas, con la mano siempre abierta para los pobres, se contentaban con el quinto de la pesca; no como ahora, que la Hacienda y demás invenciones de los hombres se llevan cada tres meses media arroba de plata por dejarles vivir en un lago que era de sus abuelos».

Cañas y barro

Vicente Blasco Ibáñez


La Albufera. 1920

http://vicenticoaa.blogspot.com.es/2016/01/

lunes, 24 de julio de 2017

Se vio cerca del barrio de Pescadores

«A las ocho, después de servir a todos sus clientes Pepeta se vio cerca del barrio de Pescadores.

Como también encontraba en él despacho la pobre huérfana se metió valerosamente en los sucios callejones, que parecían muertos a aquella hora. Siempre, al entrar, sentía cierto desasosiego, una repugnancia instintiva de estómago delicado. Pero su espíritu de mujer honrada y enferma sabía sobreponerse a esta impresión, y continuaba adelante con cierta altivez vanidosa, con un orgullo de hembra casta, consolándose al ver que ella, débil y agobiada por la miseria, aún era superior a otras».

La barraca

Vicente Blasco Ibáñez


El Barrio de Pescadores

http://valenciablancoynegro.blogspot.com.es/2014/12/

domingo, 23 de julio de 2017

Se detuvo en el fielato de Consumos

«La avalancha de gente laboriosa que se dirigía a Valencia llenaba los puentes. Pepeta pasó entre los obreros de los arrabales que llegaban con el saquito del almuerzo pendiente del cuello; se detuvo en el fielato de Consumos para tomar su resguardo —unas cuantas monedas que todos los días le dolían en el alma—, y se metió por las desiertas calles, que animaba el cencerreo de la Rocha con un badajeo de melodía bucólica, haciendo soñar a los adormecidos burgueses con verdes prados y escenas idílicas de pastores».

La barraca

Vicente Blasco Ibáñez


Caseta de Consumos en el cruce de 
la actual Avenida de la Malvarrosa con Mendizábal

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sábado, 22 de julio de 2017

Devoraban las tajadas como medias lunas

«En los corrillos de la plaza partíanse enormes sandías, y las mujeres, con el moquero sobre el pecho para librarse de manchas, devoraban las tajadas como medias lunas, chorreándoles la boca rojizo zumo».

Arroz y tartana

Vicente Blasco Ibáñez


Degustando las sandías participantes en el 
"Concurso de sandías de la Feria de Julio"

http://solerdos.blogspot.com.es/2015/11/


viernes, 21 de julio de 2017

¡Si tuviera que ganarse la vida con agua a la cintura...!

«Lo que él tenía era la enfermedad del rico: sobra de dinero y exceso de buena vida. No había más que verle la panza, la faz rubicunda, los carrillos que casi ocultaban su naricilla redonda y sus ojos ahogados por el oleaje de la grasa. ¡Todos que se quejasen de su mal! ¡Si tuviera que ganarse la vida con agua a la cintura, segando arroz, no se acordaría de estar enfermo!»

Cañas y barro

Vicente Blasco Ibáñez


Siembra del arroz en La Albufera

http://vicenticoaa.blogspot.com.es/2014/07/

viernes, 7 de julio de 2017

Trasladándolos al arrabal de Ruzafa

«Aquella embarcación servía para todo; era el vehículo de la comida, del hospital y del cementerio. Todos los días embarcaba enfermos, trasladándolos al arrabal de Ruzafa, donde los vecinos del Palmar, faltos de medicamentos, tenían realquilados algunos cuartuchos para curarse las tercianas».

Cañas y barro

Vicente Blasco Ibáñez


Barraca en Ruzafa

Mundo Gráfico. 8 de diciembre de 1931

jueves, 6 de julio de 2017

Hundiéndose en las faldas de sus madres

«Todos los valencianos hemos temblado de niños ante el monstruo enclavado en el atrio del Colegio del Patriarca, la iglesia fundada por el beato Juan de Ribera. Es un cocodrilo relleno de paja, con las cortas y rugosas patas pegadas al muro y entreabierta la enorme boca, con una expresión de repugnante horror que hace retroceder a los pequeños, hundiéndose en las faldas de sus madres».

El dragón del Patriarca. Cuentos valencianos

Vicente Blasco Ibáñez



http://valenciablancoynegro.blogspot.com.es/2014/09/vicente-blasco-ibanez-valencia-literaria.html


miércoles, 5 de julio de 2017

Escuchaban al tío Correchola

«Siguiendo con mirada famélica el hervor del arroz en la paella, los segadores de la masía, escuchaban al tío Correchola, un vejete huesudo que enseñaba por la entreabierta camisa un matorral de pelos grises».

El establo de Eva, Cuentos valencianos

Viente Blasco Ibáñez


Ignacio Pinazo Camarlench

martes, 4 de julio de 2017

Soy el padre Salvador, del convento de San Miguel de los Reyes

«Llegó ante una gran puerta, toda de oro, claveteada de perlas, como las que saca en las agujas de su peinado la hija del alcalde cuando es clavariesa de la fiesta de las solteras.

—¡Toc, toc, toc!...

—¿Quién es?—preguntó desde dentro una voz de viejo.

—Abra, señor San Pedro.

—¿Y quién eres tú?

—Soy el padre Salvador, del convento de San Miguel de los Reyes».

En la puerta del cielo. Cuentos valencianos

Vicente Blasco Ibáñez


Xilografía del Convento de San Miguel de los Reyes. 1859

Todocolección

domingo, 2 de julio de 2017

sábado, 1 de julio de 2017

Gritando por las calles el famoso pregón: "Ama, ¿ hiá fem ?"

«En la puerta de San Vicente se animó viendo caras amigas; fematers de categoría superior, dueños de una jaca vieja para cargar el estiércol y sin otra fatiga que tirar del ramal, gritando por las calles el famoso pregón: "Ama, ¿ hiá fem ?".

El femater. Cuentos valencianos

Vicente Blasco Ibáñez


Todocolección