lunes, 28 de febrero de 2022

"Arròs i tartana, casaca a la moda, i rode la bola a la valenciana..."

  "Arròs i tartana, casaca a la moda,

i rode la bola a la valenciana..."

«Pasó el Carnaval y doña Manuela se vio en plena Cuaresma. Era la hora de purgar los derroches y las alegrías de la temporada anterior. La modista francesa presentaba la cuenta de los trajes de las niñas, y además hacía falta dinero para los gastos de la casa. Total, que doña Manuela necesitaba tres mil pesetas».

Arroz y tartana

Vicente Blasco Ibáñez



Això ho pague jo!

Restaurante "La Pepica"

Subida por Pilar Martínez Olmos a VAHG

sábado, 26 de febrero de 2022

El Carnaval según Blasco Ibáñez. Y 08

«El carruaje de doña Manuela llevaba escolta. Un buen mozo con negro dominó, montando un caballo de alquiler, marchó toda la tarde como pegado a la portezuela, hablando con Concha, mientras la mamá y Amparo miraban las máscaras. Era Roberto del Campo, el cual, a pesar de su gallardía, iba resultando un posma, que sólo sabía decir floreos, sin llegar nunca a declararse. La mamá comenzaba a no encontrar tan seductor a aquel espantanovios. Dios sabe cuántas proposiciones habría perdido la niña por culpa de aquel hombre, que gozaba todas las intimidades de un novio, sin decidirse nunca a serlo. Pero Conchita hombres que las echan de listos caen cuando menos lo esperan: todo era cuestión de tiempo y de presentar buena cara».

Arroz y tartana

Vicente Blasco Ibáñez



Carroza que ha obtenido el primer premio


El Carnaval en Valencia


Mundo Gráfico. 12 de febrero de 1913

jueves, 24 de febrero de 2022

El Carnaval según Blasco Ibáñez. 07

«Toda esta invasión de figurones que trotaba por la ciudad, voceando como un manicomio suelto, dirigíase a la Alameda, pasaba el puente del Real envuelta con el gentío, y así que estaban en el paseo, iban unos hacia el Plantío para dar bromas insufribles, los arneses brillantes y de sus ruedas amarillas, tan finas y ligeras que parecían las de un juguete, aparecía empequeñecida y deslustrada en el gigantesco rosario de berlinas y carretelas, faetones y dog-carts que, como arcaduces de noria, estaban toda la tarde dando vueltas y más vueltas por la avenida central del paseo.

Rafaelito habíase disfrazado de clown, y con otros de su calaña ocupaba un carro de mudanzas, sobre cuya cubierta hacían diabluras y saludaban con palabras groseras a todas las muchachas que estaban a tiro de sus voces aflautadas. ¡Vaya unos chicos graciosos!».

Arroz y tartana

Vicente Blasco Ibáñez



Carruaje por la Alameda


Archivo familia Roglá

Bivaldi

martes, 22 de febrero de 2022

El Carnaval según Blasco Ibáñez. 06

«Por la tarde, Nelet enganchaba la galerita, y a la Alameda, donde la fiesta tomaba el carácter de una saturnal de esclavos ebrios.

El disfraz de labrador era un pretexto para toda clase de expansiones brutales; y acompañados por el retintín de los cascabeles de las ligas, trotaban los grupos de zaragüelles planchados, chalecos de flores, mantas ondeantes y tiesos pañuelos de seda. lo infinito, como el grito de guerra de los pieles rojas, conmovía las calles. Las criadas, endomingadas, huían despavoridas al escuchar el vocerío; y pasaba la tribu al galope, dando furiosos saltos, con sus caretas horriblemente grotescas y esgrimiendo por encima de sus cabezas enormes navajas de madera pintada con manchas de bermellón en la corva hoja. Revueltos con ellos, iban los disfraces de siempre: mamarrachos con arrugadas chisteras y levitas adornadas con arabescos de naipes; bebés que asomaban la poblada barba bajo la careta y al compás del sonajero decían cínicas enormidades; diablos verdes silbando con furia y azotando con el rabo a los papanatas; gitanos con un burro moribundo y sarnoso tintado a fajas como una cebra; payasos ágiles, viejas haraposas con una repugnante escoba al hombro, y los tíos de «¡al higuí!» golpeando la caña y haciendo saltar el cebo ante el escuadrón goloso de muchachos con la boca abierta».

Arroz y tartana

Vicente Blasco Ibáñez


El Carnaval en la Huerta de Valencia


Nuevo Mundo. 1 de marzo de 1906

domingo, 20 de febrero de 2022

El Carnaval según Blasco Ibáñez. 05

«Los estudiantes, con el manteo terciado, tricornio en mano y ondeante en la manga el lazo de la Facultad, corrían las calles como un rebaño loco, asediando a los transeúntes para sacarles el dinero en nombre de la caridad. Por la plazuela de las de Pajares desfilaron los de Medicina y Derecho, y en torno de la enhiesta bandera amarilla o roja, las músicas rompieron a tocar alegres valses, que rápidamente poblaban los balcones.

La expansión ruidosa de la juventud libre y sin cuidados invadía la plaza como una atronadora borrachera. Volaban los tricornios a los balcones; y había muchacho que, impulsado por alguna copita traidora, despreciaba la vulgar invitación de las escaleras y se encaramaba por la fachada, agarrándose a las rejas, para entregar un ramo de flores a la niña y pedirle un duro a la mamá. Concha y Amparo recibían una ovación y doña Manuela, roja de orgullo, repartía sonrisas y pesetas a todo el enjambre de diablos negros, voceadores y gesticuladores que se agolpaba bajo el balcón. A espaldas de ellas estaba Andresito Cuadros, que acababa de entrar en el salón con el manteo terciado, una bayeta infame que tiznaba de negro la camisa y la cara. Llevaba ramos para la mamá y las niñas, y estuvo locuaz, atrevido, aunque, con gran desencanto de Amparito, no intentó como los otros, subir por la fachada, sistema que a ella le parecía muy interesante».

Arroz y tartana

Vicente Blasco Ibáñez



Tuna en la calle Avellanas 1926 

https://valenciadesaparecida.blogspot.com/

viernes, 18 de febrero de 2022

El Carnaval según Blasco Ibáñez. 04

«Muchachos con pliegos de colores voceaban las _décimas y cuartetas_, alegres y divertidas , _para las máscaras_, colecciones de disparates métricos y porquerías rimadas, que por la tarde habían de provocar alaridos de alegre escándalo en la de crin, ligas multicolores con sonoros cascabeles, y caretas pintadas, capaces de oscurecer la imaginación de los escultores de la Edad Media, unas con los músculos contraídos por el dolor, un ojo saltado y arroyos de bermellón cayendo por la mejilla; otras con una frente inmensa, espantosa; caras de esqueletos con las fosas nasales hundidas y repugnantes; narices que son higos aplastados, o que se prolongan como serpenteante trompa con un cascabel en la punta; sonrisas contagiosas que provocan la carcajada y carrillos rubicundos a los que se agarra un repugnante lagarto verde».

Arroz y tartana

Vicente Blasco Ibáñez




Tarde de carnaval en la Alameda

Ignacio Pinazo Camarlench

miércoles, 16 de febrero de 2022

El Carnaval según Blasco Ibáñez. 03

«Llegaron los tres días de Carnaval. Por las mañanas, entre las estudiantinas y comparsas que corrían las calles, pasaban las familias ostentando a algún niño infeliz enfundado en la malla de Lohengrin, el justillo de Quevedo o los rojos gregüescos de Mefistófeles. Los ciegos y ciegas que el resto del año pregonan el papelito en el que está todo lo que se canta iban en cuadrilla, guitarra al pecho, vestidos de pescadores u odaliscas, mal pergeñados, con mugrientos trajes de ropería».

Arroz y tartana

Vicente Blasco Ibáñez



La Estudiantina de la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos de Valencia, en las Fiestas de Carnaval de 1894


Los estudiantes de pintura: Antonio Fillol Granell, José Mongrell Torrent, Daniel Cortés Pérez, Joan Fuster Bonnin, Francisco Boví Bernardo y Ramón Stolz Seguí,  y de escultura Ricardo Causarás Casaña

http://elargonautavalenciano.blogspot.com.es/2016/03/alma-valenciana-1904.html

lunes, 14 de febrero de 2022

El Carnaval según Blasco Ibáñez. 02

«La entrada de la familia le deslumbraba, sintiendo el infeliz una impresión de vanidad. Las hermanitas, vestidas unas veces con trajes de sociedad, obra de una modista francesa, y que todavía estaban por pagar; graciosamente disfrazadas otras de labradoras, de pierrots o de calabresas; Rafael, de etiqueta, embutido en un gabán claro, tan corto de faldones que parecía una americana; y la mamá satisfecha del éxito alcanzado por sus niñas, y a pesar del cansancio, sonriente y majestuosa con su vestido de seda, que crujía a cada paso, y encima el amplio abrigo de terciopelo, Juanito contemplaba con el cariño de un padre este desfile desmayado que iba en busca de la cama, arrojando al paso en las sillas los adornos exteriores».

Arroz y tartana

Vicente Blasco Ibáñez



Fiesta de carnaval del Círculo de Bellas Artes. 1911

Teatro Principal

https://valenciablancoynegro.blogspot.com/2015/02/los-carnavales-en-1911.html

sábado, 12 de febrero de 2022

El Carnaval según Blasco Ibáñez. 01

«El Carnaval de aquel año fue muy alegre para la familia de doña Manuela.

Las niñas se divirtieron. Rafaelito era socio de todos los círculos distinguidos y decentes donde se baila, mientras arriba, en una habitación con luces verdes, guardada y vigilada como antro de conspiradores, rueda la ruleta con sus vivos colorines o se agrupan los aficionados en torno de las cuatro cartas del monte».

Arroz y tartana

Vicente Blasco Ibáñez


Billete de señora del Círculo Valenciano. 1903

Archivo de Rafael Solaz

jueves, 10 de febrero de 2022

Las tierras del Saler no daban dos buenas cosechas seguidas

«Tonet, al marchar en el rosario, miraba rabiosamente a su antiguo camarada, al frente de todos como un general, enarbolando la cruz a guisa de bandera. ¡Ah, ladrón! ¡Aquél había sabido arreglarse la vida a su gusto!

Él, mientras tanto, vivía sometido a su padre, cada vez más grave y poco comunicativo: bueno en el fondo, pero llegando hasta la crueldad con los suyos en la tenaz pasión por el trabajo. Los tiempos eran malos. Las tierras del Saler no daban dos buenas cosechas seguidas, y la usura, a la que acudía el tío Tono como auxiliar de sus empresas, devoraba la mayor parte de sus esfuerzos. En la pesca, los Palomas tenían siempre mala suerte, llevándose los peores sitios del lago en los sorteos de la Comunidad. Además, la madre se consumía lentamente, agonizaba, cual si la vida se derritiese dentro de ella como un cirio, escapándose por la herida de sus trastornadas entrañas, sin otra luz que el brillo enfermizo de los ojos».

Cañas y barro

Vicente Blasco Ibáñez



El Saler

Todocolección


martes, 8 de febrero de 2022

Hablando de la célebre Universidad de Deusto, la gran obra del jesuitismo

«Hablando de la célebre Universidad de Deusto, la gran obra del jesuitismo, que alza su mole romana en los alrededores de Bilbao, escribe Blasco Ibáñez estas palabras elocuentes:

"En mitad del parque, sobre una eminencia del terreno, habían levantado los jesuítas una imagen de San José con un arco de focos eléctricos. Mientras dormían los buenos padres, el semicírculo luminoso recordaba a los pueblos de la ría y a la misma Bilbao que allí estaba la orden poderosa y dominadora, pronta siempre a ponerse de pie, no queriendo abdicar ni ocultarse ni aun en la obscuridad de la noche. El doctor hallaba natural que fuese San José el escogido para esta glorificación; el santo resignado y sin voluntad, con la pureza gris de la impotencia, hermoso molde escogido por aquellos educadores para formar la sociedad del porvenir"».

Mis contemporáneos

Eduardo Zamacois



Universidad de Deusto

Todocolección

domingo, 6 de febrero de 2022

Nos vamos a Vichy: mamá necesita las aguas

«-Imagínate una guerra. ¡Qué horror! La vida social, paralizada. Se acabarían las reuniones, los trajes, los teatros. Hasta es posible que no se inventasen modas. Todas las mujeres, de luto. ¿Concibes eso?… Y París, desierto… ¡Tan bonito como lo encontraba yo esta tarde venía en tu busca!… No, no puede ser. Figúrate que el mes próximo nos vamos a Vichy: mamá necesita las aguas; luego a Biarritz. Después iré a un castillo del Loira».

Los cuatro jinetes del Apocalipsis

Vicente Blasco Ibáñez



Source des Célestins. 1932

Vichy. Francia

viernes, 4 de febrero de 2022

Con paso lento por la única calle del pueblo

«Los domingos, al amanecer, él era quien abría la marcha con la cruz en alto al frente del rosario de la Aurora. Hombres, mujeres y niños, en dos largas filas, iban cantando con paso lento por la única calle del pueblo, esparciéndose después por los ribazos y las barracas aisladas, para que la ceremonia fuese de más duración. En la penumbra del amanecer brillaban los canales como láminas de sombrío acero, coloreábanse de rojo las nubecillas por la parte del mar, y los gorriones moriscos volaban en bandadas, surgiendo de las techumbres de los viveros, contestando con sus piídos alegres de vagabundos satisfechos de la vida y la libertad al canto triste y melancólico de los fieles».

Cañas y barro

Vicente Blasco Ibáñez




Una calle de Palmar

Todocolección

miércoles, 2 de febrero de 2022

Un enjambre de manchas blancas marcábase en la bruma

«Y poco después, un enjambre de manchas blancas marcábase en la bruma de aquel amanecer tempestuoso, corriendo desbocadas mar adentro, como si las atrajera el imán de la fatalidad.

Por la parte de Valencia, y prolongándose hacia Cullera, marcábanse como puntos blancos las otras barcas emparejadas».

Flor de mayo

Vicente Blasco Ibáñez



En la playa. 1908

Joaquín Sorolla y Bastida

Óleo. 47 x 70.2

Museum of Fine Arts - Saint Petersburg (Florida)