viernes, 30 de mayo de 2025

El Corpus según Blasco Ibáñez. 02

«Allí estaba la roca Valencia, enorme ascua de oro, brillante y luminosa desde la plataforma hasta el casco de la austera matrona que simboliza la gloria de la ciudad; y después, erguidos sobre los pedestales los santos patronos de las otras _rocas_: San Vicente, con el índice imperioso, afirmando la unidad de Dios; San Miguel, con la espada en alto, enfurecido, amenazando al diablo sin decidirse a pegarle; la Fe, pobre ciega, ofreciendo el cáliz donde se bebe la calma del anulamiento; el Padre Eterno, con sus barbas de lino, mirando con torvo ceño a Adán y Eva, ligeritos de ropa como si presintiesen el verano, sin otra salvaguardia del pudor que el faldellín de hojas; la Virgen, con la vestidura azul y blanca, el pelo suelto, la mirada en el cielo y las manos sobre el pecho; y al final, lo grotesco, lo estrambótico, la bufonada, fiel remedo de la simpatía con que en pasadas épocas se trataban las cosas del infierno, la _roca Diablera_; Pintón coronado de verdes culebrones, con la roja horquilla en la diestra, y a sus pies, asomando entre guirnaldas de llamas y serpientes, los Pecados capitales, horribles carátulas con lacias y apolilladas greñas, que asustaban a los chicuelos y hacían reír a los grandes».

Arroz y tartana

Vicente Blasco Ibáñez



Rocas del Corpus en la Plaza de la Virgen. 1904

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miércoles, 28 de mayo de 2025

El Corpus según Blasco Ibáñez. 01

«La vela del Corpus, con sus anchas listas azules y blancas, sombreaba desde los altos mástiles la plaza de la Virgen.

La muchedumbre, endomingada, agitábase en torno de las rocas, admirando una vez más las carrozas tradicionales que todos los años salían a luz: pesados armatostes lavados y brillantes, pero con cierto aire de vetustez, luciendo en sus traseras, cual partida de bautismo, la fecha de construcción: el siglo XVII.

Recordaban aquellas enormes fábricas de madera pintada, con su lanza semejante a un mástil de buque y sus ruedas cual piedras de molino, las carrozas sagradas de los ídolos indios o los carromatos simbólicos que güelfos y gibelinos llevaban a sus combates.

La gente pasaba revista con una curiosidad no exenta de ternura a la fila de rocas, como si su presencia despertara gratos recuerdos».

Arroz y tartana

Vicente Blasco Ibáñez



Día del Corpus en la Plaza de la Virgen. 1925

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lunes, 26 de mayo de 2025

El sobrino de la Samaruca, pudo separar a las dos mujeres

«El médico que estaba con él salió del dormitorio, y ayudado por el sobrino de la Samaruca, pudo separar a las dos mujeres, después de grandes esfuerzos y de recibir no pocos arañazos. En la puerta se agolpaban los vecinos. Admiraban el ciego ensañamiento con que riñen las mujeres, y alababan el coraje de la rubia pequeñita, que lloraba por no poder "desahogarse" más».

Cañas y barro

Vicente Blasco Ibáñez



Fotograma de la serie de TVE "Cañas y barro"

sábado, 24 de mayo de 2025

Y las dos mujeres se agarraron del pelo mudamente, con sorda rabia, revolviéndose, yendo de un lado a otro

«A media tarde entró como un huracán en la casita de Ruzafa. Al verla, la Samaruca, palideció, e instintivamente fue de espaldas a la puerta; pero apenas intentó retirarse, la alcanzó una bofetada de Neleta, y las dos mujeres se agarraron del pelo mudamente, con sorda rabia, revolviéndose, yendo de un lado a otro, chocando contra las paredes, haciendo rodar los muebles, con las manos crispadas hundidas en el moño, como dos vacas uncidas que se pelearan con las cabezas juntas sin poder separarse.

La Samaruca era fuerte e inspiraba cierto miedo a las comadres del Palmar, pero Neleta, con su sonrisita dulce y su voz melosa, ocultaba una vivacidad de víbora, y mordía a su enemiga en la cara con un furor que la hacía tragarse la sangre».

Cañas y barro

Vicente Blasco Ibáñez



Fotograma de la serie de TVE "Cañas y barro"

jueves, 22 de mayo de 2025

¡Recordons! —gritó, como un barquero de los que concurrían a la taberna

«Ante esta noticia, Neleta se mostró tal como era. Su vocecita mimosa, de dulzonas inflexiones, se tornó ronca; brillaron como si fuesen de talco las claras gotas de sus ojos, y por su piel blanca corrió una oleada de verdosa palidez.

—¡Recordons! —gritó, como un barquero de los que concurrían a la taberna.

¿Y para esto se había casado ella con Cañamel? ¿Para esto aguantaba una enfermedad interminable, esforzándose por aparecer dulce y cariñosa? Vibraba en pie dentro de ella, con toda su inmensa fuerza, el egoísmo de la muchacha rústica que coloca el interés por encima del amor.

En el primer impulso quiso golpear a su tía, que le comunicaba tales noticias a última hora, cuando tal vez no había remedio. Pero la explosión de cólera le haría perder tiempo, y prefirió correr a la barca del tío Paloma, con tanta prisa, que ella misma empuñó una percha para salir cuanto antes del canal y tender la vela».

Cañas y barro

Vicente Blasco Ibáñez



Fotograma de la serie de TVE "Cañas y barro"

martes, 20 de mayo de 2025

Su tía había llegado por la mañana con noticias que la dejaron inmóvil... La Samaruca estaba en Ruzafa hacía cuatro días

«Neleta abandonó repentinamente la taberna para ir a Ruzafa. Tan grande fue su prisa, que no quiso esperar la barca-correo, y llamó al tío Paloma para que en su barquito la condujese al Saler, al puerto de Catarroja, a cualquier punto de tierra firme desde donde pudiera dirigirse a Ruzafa

Cañamel estaba muy grave: agonizaba. Para Neleta no era esto lo más importante. Su tía había llegado por la mañana con noticias que la dejaron inmóvil de sorpresa tras el mostrador. La Samaruca estaba en Ruzafa hacía cuatro días. Se había metido en la casa como parienta, y la pobre tía no osaba protestar. Además llevaba con ella a un sobrino, al que quería como un hijo, y que vivía con ella: el mismo a quien Tonet había pegado la noche de les albaes. Al principio la enfermera calló, con su bondad de mujer sencilla: eran parientes de Cañamel y no tenía tan mal corazón que fuese a privar al enfermo de estas visitas. Pero después oyó algunas de las conversaciones de Cañamel y su cuñada. Aquella bruja se esforzaba por convencerle de que nadie le quería como ella y el sobrino. Hablaba de Neleta, asegurando que, tan pronto como él emprendió el viaje, el nieto del tío Paloma entraba en su casa todas las noches. Además… —aquí vacilaba de miedo la vieja— el día anterior se presentaron en la casa dos señores conducidos por la Samaruca y su sobrino: uno que preguntaba a Cañamel con voz queda y otro que escribía. Debía ser cosa de testamento».

Cañas y barro

Vicente Blasco Ibáñez



Fotograma de la serie de TVE "Cañas y barro"

domingo, 18 de mayo de 2025

El padre, enternecido, abrazó a Tonet

«Tonet, por su parte, colgó la escopeta en la barraca de su padre y juró ante éste un arrepentimiento eterno. Quería que le tuvieran por hombre grave. Sería para el tío Tono respetuoso y bueno, como éste lo había sido con el abuelo. Acababan para siempre las calaveradas. El padre, enternecido, abrazó a Tonet, lo que no había hecho desde que volvió de Cuba, y juntos se entregaron al enterramiento de los campos con el ardor del que ve su obra próxima a terminar».

Cañas y barro

Vicente Blasco Ibáñez



Fotograma de la serie de TVE "Cañas y barro"

viernes, 16 de mayo de 2025

Allí podría valerse de los médicos y las farmacias de Valencia

«Esta manifestación de la enfermedad sacó a Cañamel de su sopor. Ya sabía él lo que era aquello: la humedad maldita del Palmar que se le metía por los pies al permanecer quieto. Y obedeció a Neleta, que le ordenaba trasladarse a otro terreno. En Ruzafa tenían, como todos los ricos del Palmar, su casita alquilada para casos de enfermedad. Allí podría valerse de los médicos y las farmacias de Valencia».

Cañas y barro

Vicente Blasco Ibáñez



Fotograma de la serie de TVE "Cañas y barro"

miércoles, 14 de mayo de 2025

A principios del otoño tuvo que volver a Ruzafa en peor estado

«A principios del otoño tuvo que volver a Ruzafa en peor estado. La hinchazón comenzaba a extenderse por sus piernas enormes, desfiguradas por el reúma, verdaderas patas de elefante, que arrastraba con dificultad, apoyándose en el más cercano y lanzando un quejido al colocar el pie en el suelo.

Neleta acompañó a su marido hasta la barca-correo. La tía había ido delante, por la mañana, en el "carro de las anguilas", para preparar la casita de Ruzafa».

Cañas y barro

Vicente Blasco Ibáñez



Fotograma de la serie de TVE "Cañas y barro"

lunes, 12 de mayo de 2025

La Samaruca, su terrible cuñada, se había aproximado a él desde que expulsó a Tonet de la taberna

«La Samaruca, su terrible cuñada, se había aproximado a él desde que expulsó a Tonet de la taberna. Al fin, como afirmaba ella con fiereza de arpía, su cuñado había tenido vergüenza una vez.

Salía a su encuentro cuando Cañamel paseaba por el pueblo, le llamaba fuera de la taberna —pues no se atrevía a presentarse ante Neleta dentro de su casa, segura de que la pondría en la puerta—, y en estas entrevistas se enteraba con exagerado interés de la salud del cuñado, lamentando sus locuras. Debía haber permanecido solo después de la pérdida de "la difunta". Había querido hacer el chaval casándose con una muchacha, y todo lo tenía: disgustos y falta de salud. Aquella imprudencia le salía al exterior, y gracias que no le costase la vida».

Cañas y barro

Vicente Blasco Ibáñez



Fotograma de la serie de TVE "Cañas y barro"

sábado, 10 de mayo de 2025

La festividad de la Virgen de los Desamparados según Blasco Ibáñez. Y 02

«El día de la Virgen fue con Tónica y su amiga a la primera misa en la capilla de los Desamparados. Dentro del templo sonaba la música; la multitud, oprimida en la mezquina rotonda, esparcíase por la plaza hasta la fuente, adornada con un ridículo templete que parecía de confitería. Todos estaban en actitud reverente, sin ver otra cosa de la misa que las obscuras puertas, en cuyo fondo brillaban como chispas de oro las luces de los altares, sintiendo en sus descubiertas cabezas el vientecillo de primavera, semejante al halago de una mano invisible, tibia y olorosa. En esta confusión, cuando Juanito, sacando los codos, guardaba de empujones a las dos mujeres, vio a corta distancia a su familia y la del señor Cuadros».

Arroz y tartana

Vicente Blasco Ibáñez



Festividad de la Patrona de Valencia. 1972

Agencia EFE

jueves, 8 de mayo de 2025

Que eran los primeros del cielo para el tío Caragol —San Vicente Mártir, San Vicente Ferrer, la Virgen de los Desamparados y el Cristo del Grao—

«En los domingos y fiestas de santos valencianos, que eran los primeros del cielo para el tío Caragol —San Vicente Mártir, San Vicente Ferrer, la Virgen de los Desamparados y el Cristo del Grao—, aparecía la humeante paella, vasto redondel de arroz, sobre cuya arena de hinchados granos yacían despedazadas varias aves. El cocinero sorprendía a su gente repartiendo cebollas crudas, voluminosas, de acre perfume que arrancaba lágrimas y una blancura de marfil. Eran un regalo de príncipe mantenido en secreto. No había mas que quebrarlas de un puñetazo para que soltasen su viscosidad, y luego se perdían en los paladares como bocados crujientes de un pan dulce y picante, alternando con las cucharadas de arroz.»

Mare Nostrum

Vicente Blasco Ibáñez



La Semana Gráfica. 11 de mayo de 1929

martes, 6 de mayo de 2025

La festividad de la Virgen de los Desamparados según Blasco Ibáñez. 01

«Desde las Pascuas que era grande la intimidad entre las dos familias; Juanito había oído hablar la noche anterior de cierto plan de esparcimiento matutino, como principio de fiesta, por ser los días de Amparito. Oirían la primera misa en la capilla de los Desamparados, porque a doña Manuela, como buena valenciana, le parecía que ninguna misa del resto del año valía tanto como aquélla y después tomarían chocolate en un huerto de fresas, bajo un toldo de plantas trepadoras, recreándose el olfato con el olor de los campos de flores y el humillo del espeso soconusco».

Arroz y tartana

Vicente Blasco Ibáñez



Real Basílica de Nuestra Señora de los Desamparados


domingo, 4 de mayo de 2025

Sólo las madres sienten una ternura instintiva e inmensa por sus hijos desde el momento que nacen

«Tonet, para explicarse esta frialdad, recordaba lo que muchas veces había oído a su abuelo. Sólo las madres sienten una ternura instintiva e inmensa por sus hijos desde el momento que nacen. Los padres no los aman en seguida: necesitan que transcurra el tiempo, y sólo cuando crece el pequeño se sienten unidos a él por un continuo contacto, con cariño reflexivo y grave».

Cañas y barro

Vicente Blasco Ibáñez



El primer hijo. 1890

Óleo. 48 x 65

Colección privada

Joaquín Sorolla y Bastida

viernes, 2 de mayo de 2025

El que ayudaba todos los años el día de la fiesta a llevar en hombros la Santa Cruz del Grao, no podía ahogarse nunca

«Aparte de esto, sabía muchas cosas no menos útiles; por ejemplo, que el que salía a pescar el día de las Almas, corría el peligro de sacar algún muerto envuelto en las redes, y el que ayudaba todos los años el día de la fiesta a llevar en hombros la Santa Cruz del Grao, no podía ahogarse nunca».

Flor de mayo

Vicente Blasco Ibáñez



Fiestas del Cristo del Grao. 1913

Las Provincias