«Bien conocía Tonet aquel sitio, donde había triunfado como hombre generoso en la primera época de su matrimonio. Allí estaba el tío Mariano solo en su mesa, aguardando, sin duda, la llegada del alcalde y otros de su clase, mientras fumaba la enorme pipa, oyendo con desdeñosa superioridad al tío Gori, un viejo carpintero de ribera que durante veinte años iba al café todas las tardes a deletrear el periódico desde el título a la plana de anuncios ante unos cuantos pescadores que en los días de holganza le oían hasta el anochecer».
Flor de mayo
Vicente Blasco Ibáñez
Calafates en la playa de El Cabañal
Cortesía de José Navarro Escrich
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