sábado, 27 de abril de 2024

Sólo faltaba lo otro, el terrible Levante

«La masa de sombras que se aproximaba agrandándose por momentos, se abrió con la luz cárdena de un relámpago; después sonó el trueno, como  si todo el cielo fuese una inmensa pieza de tela que se rasgaba con estrépito.

Sólo faltaba lo otro, el terrible Levante, que barre impetuosamente con hálito de muerte todo el golfo de Valencia; y el Levante llegó.

La Flor de Mayo tendióse de costado sobre el agua, como si una mano poderosa, agarrando su quilla, pugnase por voltearla. El agua invadió la cubierta, y la gigantesca vela se extendió como una sábana sobre las olas, aleteando, volviendo a caer como un pájaro moribundo.

Esta caída de lado, que iba a hacerles zozobrar, fué obra de un instante: el primer impulso del vendaval que, pillando de lleno la tendida vela, la aplastó sobre el agua, tumbando a la barca».

Flor de mayo

Vicente Blasco Ibáñez



Temporal en el dique norte (El paretó)

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