«El sol llegaba a su mayor altura. Brillaban las aguas como inflamadas, burbujeando bajo un resplandor de incendio; caldeábase la atmósfera como si hubiese llegado ya el verano, y en la cubierta de la Garbosa ardían las viejas tablas crepitando con ruido de leña vieja».
Flor de mayo
Vicente Blasco Ibáñez
Verano. 1904
Joaquín Sorolla y Bastida
Óleo. 149 x 252
Museo Nacional de Bellas Artes de Cuba
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