sábado, 26 de septiembre de 2020

Había de devorar en las alamedas de Serranos

«Pendiente de su diestra, en grasiento saquillo, lo que entre clase y clase había de devorar en las alamedas de Serranos; medio pan moreno con algo más que, sin nutrirle, engañaba su hambre: y cruzado sobre el pecho, a guisa de bandolera, el enorme pañuelo de hierbas envolviendo los textos latinos y teológicos que bailoteaban a su espalda como movible joroba».

Noche de bodas

Cuentos valencianos

Vicente Blasco Ibáñez


Alameditas de Serranos

VAHG

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