jueves, 29 de septiembre de 2022

¿Qué era aquello, recordons? ¿Pescadores del Cabañal y temblaban?

«¿Qué era aquello, recordons? ¿Pescadores del Cabañal y temblaban? Parecía que se hubieran embarcado por primera vez. ¿Acaso no conocían las bromas del Levante? Aquello pasaría; y si no pasaba, ¿qué remediaban con el miedo? Los valientes deben morir en el mar. Ya sabían el dicho: «más valía ser comido de carranchs que no que les cantasen els capellans». ¡Ánimo, recristo! A atarse todo el mundo, que por el momento nada necesitaba la barca, y lo importante era librarse de los golpes de mar.

El tío Batiste y los dos marineros se amarraron al mástil por la cintura; Tonet ató sólidamente a su sobrino a una argolla de popa, y él, viendo que su hermano por un alarde de serenidad seguía sentado junto al timón con el cuerpo libre, le imitó, agazapándose tras la borda, agarrando con sus manos crispadas los salientes de la barca».

Flor de mayo

Vicente Blasco Ibáñez



Día gris en la playa de Valencia. 1904

Joaquín Sorolla y Bastida

Óleo. 83,7 x 62,60

Museo Sorolla



martes, 27 de septiembre de 2022

¡Bien sabía defenderse la muchacha de los irresistibles arranques de Cañamel!

«Cañamel no podía pasar sin ella. El viudo, que hasta entonces había vivido tranquilo con sus viejas criadas, despreciando públicamente a las mujeres, era incapaz de resistir el contacto de aquella criatura maliciosa que le rozaba con gracia felina. El pobre Cañamel sentíase inflamado por los ojos verdosos de aquella gatita, que apenas le veía en calma procuraba hacérsela perder con encontronazos hábiles que marcaban sus encantos ocultos. Sus palabras y miradas sublevaban en el maduro tabernero una castidad de varios años. Los parroquianos le veían unas veces con arañazos en la cara, otras con alguna contusión junto a los ojos, y reían ante las excusas que confusamente formulaba el tabernero. ¡Bien sabía defenderse la muchacha de los irresistibles arranques de Cañamel!»

Cañas y barro

Vicente Blasco Ibáñez



Victoria Vera y José Bódalo

Fotograma de la serie de TVE "Cañas y barro"



domingo, 25 de septiembre de 2022

A pasar el puentecillo que unía el camino con los odiados campos

«Batiste y su familia no se dieron cuenta de como se inició el suceso inaudito, inesperado; quién fue el primero que se decidió a pasar el puentecillo que unía el camino con los odiados campos.

No estaban en la barraca para fijarse en tales pormenores. Agobiados por el dolor, vieron que la huerta venía repentinamente hacia ellos; y no protestaron, porque la desgracia necesita consuelo; pero tampoco agradecieron el inesperado movimiento de aproximación.

La muerte del pequeño se había transmitido rápidamente por todo el contorno, gracias a la extraña velocidad con que circulan en la huerta las noticias, saltando de barraca en barraca en alas del chismorreo, el más rápido de los telégrafos».

La barraca

Vicente Blasco Ibáñez



Ermita y acequia de Vera en los años 30

Colección de Enrique Ibáñez

viernes, 23 de septiembre de 2022

Y para ganarse el pan servía de criada en casa de Cañamel

«Neleta se enteraba de tarde en tarde de las aventuras de su novio. Su madre había muerto. Ella vivía ahora en la barraca de una tía suya, y para ganarse el pan servía de criada en casa de Cañamel los días en que llegaban parroquianos extraordinarios y eran muchas las paellas.

Se presentaba en la barraca de los Palomas preguntando a la Borda si había carta, y escuchaba su lectura con los ojos bajos, apretando los labios como para concentrar más su atención. Parecía haberse enfriado su afecto por Tonet desde aquella fuga, en la que no tuvo para la novia el más leve recuerdo. Le brillaban los ojos y sonreía murmurando «¡grasies!» cuando al final de las cartas la nombraba el guerrillero enviándole sus recuerdos; pero no mostraba ningún deseo por que el muchacho regresase, ni se entusiasmaba cuando hacía castillos en el aire, asegurando que aún volvería al Palmar con galones de oficial».

Cañas y barro

Vicente Blasco Ibáñez


Fotograma de la serie de TVE "Cañas y barro"

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https://www.rtve.es/television/canas-barro/


miércoles, 21 de septiembre de 2022

Y huían hacia Valencia, perseguidos por el furioso Levante

«La Flor de Mayo, con el timón abandonado, giraba como una peonza en las aguas bullentes, que se hinchaban con lívidas y arrolladoras tumefacciones.

El Retor corrió a popa a agarrar la caña. La barca se movía con dificultad. Arrastraba la pesadísima red que momentos antes había contribuído a su salvación, sirviendo de contrapeso a la vela combatida por el huracán.

El patrón vio a la otra barca de la pareja sin aparejo, con el mástil roto, alejarse, presentando la popa.

Los tripulantes habían cortado la red para no zozobrar con su peso y huían hacia Valencia, perseguidos por el furioso Levante, que levantaba enormes olas, rectas como muros, arrolladoras y voraces y que de pronto se combaban y caían con ensordecedor estrépito, sólo comparable al de los truenos que rasgaban continuamente el espacio».

Flor de mayo

Vicente Blasco Ibáñez



Entrada al puerto de Valencia en día de Levante
 
La Ilustración Española y Americana
 
8 de julio de 1884
 
De la obra de Javier Juste
 
Xilografía a la contrafibra - 281 x 182 mm



lunes, 19 de septiembre de 2022

Y le despidió llorando, después de entregarle toda su ropa

«El tío Tono en el primer momento quiso protestar. El muchacho no tenía aún veinte años; se había cometido una ilegalidad. Además, era su hijo, su único hijo. Pero el abuelo le hizo desistir con su habitual dureza. Era lo mejor que podía hacer su nieto. Crecía torcido: ¡qué corriese mundo y que sufriera! ¡ya se encargarían de enderezarlo! Y si moría, un vago menos; al fin, todos, más pronto o  más tarde, habían de morir.

El muchacho partió sin protesta. La Borda fue la única que, escapándose de la barraca, se presentó en Monteolivete y le despidió llorando, después de entregarle toda su ropa y los cuartos de que pudo apoderarse sin que se enterara el tío Tono. A Neleta ni una palabra: el novio parecía haberla olvidado».

Cañas y barro

Vicente Blasco Ibáñez



Fotograma de la serie de TVE "Cañas y barro"

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sábado, 17 de septiembre de 2022

Estaba en el cuartel de Monteolivete, y muy pronto se embarcaría para Cuba

«Transcurrieron algunos días sin que se tuvieran noticias de Tonet. Poco a poco se supo algo por la gente que iba al mercado de Valencia. Estaba en el cuartel de Monteolivete, y muy pronto se embarcaría para Cuba. Había sentado plaza. Al huir desesperado hacia la ciudad, se había detenido en las tabernas inmediatas al cuartel donde estaba el banderín de enganche para Ultramar. La gente que pululaba por allí, voluntarios en espera de embarque y reclutadores astutos, le habían decidido a tal resolución».

Cañas y barro

Vicente Blasco Ibáñez



Iglesia y Cuartel de Monteolivete

https://www.skyscrapercity.com/threads/remember-val%C3%A8ncia-ii.1694486/page-507

jueves, 15 de septiembre de 2022

Con la hoz en la mano y el saco de ropa a la espalda

«En la época de la siega del arroz, cuando miles de hombres llegaban a la Albufera de todos los extremos de la provincia, atraídos por los grandes jornales que ofrecían los propietarios faltos de brazos, Tonet se reconciliaba momentáneamente con la vida en aquel rincón del mundo. Veía caras nuevas, hacía amigos, encontraba una rara alegría en estos vagabundos que, con la hoz en la mano y el saco de ropa a la espalda, iban de un punto a otro trabajando mientras lucía el sol, para emborracharse así que llegaba la noche».

Cañas y barro

Vicente Blasco Ibáñez



Siega del arroz

Bivaldi