viernes, 7 de febrero de 2025

Y en el Palmar viesen a los Palomas recoger muchos sacos de arroz

«El tío Tono demostró su gratitud por este arrepentimiento desarrugando el ceño y dirigiendo algunas palabras a su hijo.

Lo sabía todo. Las cosas ocurrían tal como él las anunciaba. Tonet no había procedido como un Paloma, y el padre sufrió mucho oyendo lo que se decía de él. Le hería dolorosamente ver a su hijo viviendo a costa del tabernero y robándole además la mujer.

—¡Mentira… mentira! —contestaba el Cubano con la ansiedad del culpable—. ¡Son calumnies…!

Mejor: el tío Tono celebraba que fuese así. Lo importante era haber salido del peligro. Ahora a trabajar, a ser hombre honrado, a ayudar al padre en la tarea de enterrar sus charcas. Cuando éstas se convirtiesen en campos y en el Palmar viesen a los Palomas recoger muchos sacos de arroz, ya encontraría Tonet una compañera. Podría escoger entre todas las muchachas de los pueblos inmediatos. A un rico nadie le contesta negativamente».

Cañas y barro

Vicente Blasco Ibáñez



Molino arrocero Roca

Calle Guillem de Castro


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