«Tonet y los dos marineros aprovechaban la calma para echar sedales. El gato de la barca vigilaba el fogón de proa, donde burbujeaba la olla del mediodía, y el Retor , paseando por la estrecha popa y mirando al horizonte, se daba á todos los demonios ante la calma. La Garbosa , aunque no estaba inmóvil, parecía enclavada siempre en el mismo sitio.»
Flor de Mayo
No hay comentarios:
Publicar un comentario