sábado, 7 de enero de 2017

Vicente Blasco Ibáñez. Apuntes biográficos. Primera parte

«Vicente Blasco Ibáñez nació en Valencia, en la calle de la Jabonería Nueva, número 2, llamada luego Flor de Mayo y hoy en día Barón de Cárcer, el 27 de Enero de 1867, no el 28, como se había señalado siempre. Tomamos este dato de Pigmalión, quien asegura haberlo recogido de los labios del propio novelista, el cual estaba orgulloso de tal fecha, puesto que un 27 de enero había nacido también Mozart. 


Calle Jaboneria Nueva, a finales del siglo XVIII. Archivo Rafael Solaz


Placa en recuerdo al lugar donde estuvo la casa natalicia de Blasco Ibáñez

http://www.bv.gva.es/

Nació en las inmediaciones del Mercado Central, barrio destacado en la acción narrativa de Arroz y tartana (1894) y en Flor de mayo (1895) —las dos primeras novelas de las que se siente satisfecho el autor— quien relega al olvido una vasta producción anterior con certero criterio ya que, si desde su más temprana infancia brotó incontenible un venero de imaginación, el novelista no había encontrado aún su estilo inconfundible, y su lenguaje —salvo chispazos aislados— era demasiado discursivo y grandilocuente. 


http://juanansoler.blogspot.com.es/


http://elargonautavalenciano.blogspot.com.es/


1888 - Plaza del Mercado

Colección Diaz Prósper

Sus padres —don Gaspar Blasco Teruel y doña Ramona Ibáñez Martínez— eran oriundos de la provincia de Teruel, de cuyas tierras áridas y frías tantos aragoneses emigraron en busca del grato clima y de la riqueza floreciente de Valencia. Gran parte del comercio —sobre todo el del ramo de la alimentación y del vestido, así como el de la servidumbre— era desempeñado por aragoneses, “churros” en la terminología entre compasiva y despectiva de los oriundos levantinos. 


Padres de Blasco Ibáñez. Archivo Rafael Solaz

La situación económica de los padres de Blasco no era tan precaria como la de la mayoría de aragoneses que, temporal o definitivamente, tenían que dejar sus tierras de origen. El futuro novelista sintetizaría como las dos notas más destacadas de su carácter la valentía y la gallardía, propias del valenciano, y la tozudez, típica del aragonés.»

Vicente Blasco Ibáñez. Ese diedro de luces y sombras

José Mas y Mª Teresa Mateu


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