«Las chicuelas de la playa, remangándose impúdicamente las haraposas faldillas, hundían en el mar las piernas de chocolate para ir a curiosear y apropiarse algo de la pesca menuda: y para sacar las barcas que habían de aguardar en seco el día siguiente, entraban olas adentro los bueyes de la comunidad de pescadores, hermosos animales rubios y blancos, enormes como mastodontes, moviéndose con pesada majestad y agitando su enorme papada con la soberana altivez de un senador romano».
Flor de mayo
Vicente Blasco Ibáñez
Playa de Valencia a la luz de la mañana. 1908
Joaquín Sorolla y Bastida
Óleo
Hispanic Society of America. Nueva York
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