lunes, 25 de octubre de 2021

Y más de una vecina, al contar sus ánades, ponía el grito en el cielo notando la falta de alguno

«Desaparecía del Palmar semanas enteras. De vez en cuando se sabía que andaba por los pueblos de tierra firme pidiendo limosna a los labradores ricos de Catarroja y Masanasa y durmiendo sus borracheras en los pajares. Cuando permanecía mucho tiempo en el Palmar desaparecían durante la noche las bolsas de red caladas en los canales; los mornells se vaciaban de anguilas antes que llegasen los amos, y más de una vecina, al contar sus ánades, ponía el grito en el cielo notando la falta de alguno. El carabinero de mar tosía fuerte y miraba de cerca al viejo Sangonera, como si pretendiese meterle los recios bigotes por los ojos; pero el borracho protestaba, poniendo por testigos a los santos, a falta de fiadores de mayor crédito para su inocencia». 

Cañas y barro

Vicente Blasco Ibáñez



El Palmar. Circa 1900

La Valencia en blanco y negro

Julio Cob

No hay comentarios:

Publicar un comentario