sábado, 11 de agosto de 2018

Finca "La Malvarrosa". Epílogo

Finca "La Malvarrosa". Epílogo


«Sobre esta mesa, si me muero, quiero 
que me velen los pescadores».

Vicente Blasco Ibáñez

«Hoy, sus habitantes no pueden ser más que gentes marginadas, ignorantes del tiempo histórico que esta casa posee, evitando que sus muros y techos se derrumben un poco más, o que la mesa de mármol ceda definitivamente. Mañana será lo que la resurgente conciencia valenciana decida.»

El País. 28 de enero de 1978



La Vanguardia

«Mientras se recuperaba el pasado, una pieza de nuestro pasado más reciente se iba cayendo a trozos: el chalet de Blasco Ibáñez.

Pocas ruinas más anunciadas y derrotas más pregonadas que ésta. ¿Era demasiado tarde cuando en 1980 el Ayuntamiento compró el chalet? Los informes municipales parecían desmentirlo. Pero tampoco nadie parecía tener mucha ilusión en apuntalar sus viejas paredes. En realidad, muchas opiniones se decantaban por la operación “borrón y cuenta nueva”. Más valía que se desmoronara y luego ya se reconstruiría de nueva planta. Ya veríamos si con los planos originales o con un nuevo diseño. Otra opción defendía que al menos convenía apuntalar las cuatro fachadas que todavía se mantenían en pie, componer al menos la apariencia externa y rediseñar por completo el interior, adaptándolo a unas necesidades que se irían determinando. Se mantendría así su efecto visual de gran contenido simbólico.

Cuando el Ayuntamiento parece que quiere tomárselo en serio y estudiarlo es en julio de 1983. Pero pasadas las Navidades del 85, el chalet fue simplemente derrocado.»

Historia de la Malvarrosa (Nacida del agua)

Antonio Sanchis Pallarés


http://solerdos.blogspot.com.es/


Paco Dolz

«También se decretó la restauración de determinados inmuebles, el tiempo fue corriendo y al acometer la empresa lo mejor era tirarlo todo patas al aire, que eso aconteció ahora en la playa valenciana de la Malvarrosa, con el chalet de Blasco Ibáñez, años y años abandonado y a merced de los vagabundos. La casa del novelista no tenía arreglo y se optó por levantar otra nueva teniendo a la vista su estampa antigua. Para los devotos del escritor, la torre de la Malvarrosa cobraba un valor sentimental.»

La Vanguardia. 11 de febrero de 1984


Las Provincias


http://arteyartificios.blogspot.com.es/

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