«Llegó el instante del encuentro. Cesaron los tambores en sus destemplados redobles; apagaron las trompetas sus lamentables alaridos; callaron las fúnebres músicas; quedáronse las dos imágenes inmóviles frente a frente y sonó una vocecita quejumbrosa cantando con monótono ritmo unas cancioncillas, en las que se describía lo conmovedor del encuentro.
La gente oía embobada al tío Grancha, un viejo velluter que todos los años venía de Valencia a cantar por entusiasmo piadoso en aquella fiesta. ¡Qué voz! Sus quejidos partían el corazón, y por esto, cuando los bebedores de la inmediata taberna de Chulla reían demasiado fuerte, estallaba una protesta general en la silenciosa muchedumbre, y los devotos clamaban indignados:
-¡Calleu ... recordons!
Subieron y bajaron las imágenes, lo que equivalía para la gente a dolorosos y desesperados saludos que se dirigían la madre y el hijo; y mientras se verificaban estas ceremonias y cantaba sus coplas el tío Grancha, Dolores no quitaba los ojos del judío esbelto y arrogante que contrastaba con su capitán patizambo».
Flor de Mayo
Vicente Blasco Ibáñez
El Encuentro. Avenida del Puerto con Abastos
http://www.skyscrapercity.com/showthread.php?t=370996&page=975
No hay comentarios:
Publicar un comentario