«Pasó un año de felicidad. El dinero, amasado ochavo sobre ochavo en la mísera tiendecita donde nació Rosario, escapábase locamente por entre los dedos de Tonet; pero llegó el momento de verle el fondo al saco, como decía la tabernera de la playa al reprender las prodigalidades de su hijo.
Comenzaron los apuros, y con ellos la discordia, el llanto y hasta las palizas en casa de Tonet. Ella se agarró a la cesta del pescado, como lo hacían todas las vecinas. De su fama de rica descendió a la vida embrutecedora y fatigosa de pescadera de las más pobres. Levantábase poco después de media noche; esperaba en la playa con los pies en los charcos y el cuerpo mal cubierto por el viejo mantón, que muchas veces ondeaba con el viento de tempestad; iba a pie á Valencia, abrumada por el peso de las banastas; volvía por la tarde a su casa desfallecida por el hambre y el cansancio, pero se tenía por feliz si podía mantener al señor en su antiguo boato y evitarle toda humillación que se tradujera en maldiciones y alborotos».
Flor de mayo
Vicente Blasco Ibáñez
Pescadora valenciana. 1900
Joaquín Sorolla y Bastida
Colección privada
No hay comentarios:
Publicar un comentario