«Con esta satisfacción coincidió un disgusto. Su hijo parecía olvidar las tradiciones de la familia. Despreciaba el lago para buscar la vida en los campos, y en septiembre cuando recogían el arroz y los jornales se pagaban caros, abandonaba la barca, haciéndose segador, como muchos otros que excitaban la indignación del tío Paloma»
Cañas y barro
Vicente Blasco Ibáñez
Siembra del arroz en La Albufera
http://vicenticoaa.blogspot.com.es/2014/07/
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