«A aquella hora, la plaza del Mercado estaba bañada por el ardiente sol de una tarde de verano. Las moscas, revoloteando en la atmósfera de luz, brillaban como movibles chispas de oro; los tejados destacaban sus agudos contornos sobre el espacio azul y límpido. Frente al Principal, un grupo de soldados comía melones; en las puertas de las tiendas asomaban los dependientes curiosos; un corro de granujillas del Mercado jugaba a las chapas frente a los pórticos, y el resto de la plaza estaba solitario, con las aceras limpias de cestones y toldos, tostándose sus baldosas con aquella luz intensa y deslumbrante que lo caldeaba todo».
Arroz y Tartana
Vicente Blasco Ibáñez
Plaza del Mercado. 1914
https://valenciablancoynegro.blogspot.com/2010/
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