«Salían a conversación todos los amigos que se hallaban ausentes por voluntad o por fuerza; el tío Tripa , que había muerto hecho un santo después de una vida de trueno; los Donsainers , huidos a Buenos Aires por unos golpes tan mal dados, que el asunto no se pudo arreglar ni aun mediando el mismo gobernador de la provincia; y la gente de menor cuantía que estaba en San Agustín o San Miguel de los Reyes, inocentones que se echaron a valientes sin contar antes con buenos protectores».
Guapeza valenciana
Cuentos valencianos
Vicente Blasco Ibáñez
No hay comentarios:
Publicar un comentario