«El primer día del año, a las ocho de la mañana, Concha y Amparo ya habían abandonado el lecho, extraña diligencia en ellas, que por lo común no se levantaban hasta las diez.
Ligeritas de ropa a pesar de la estación, revoloteaban alegremente por
su cuarto, que ofrecía el desorden del despertar, en torno de las dos
camitas de inmaculada blancura, que en sus arrugadas sábanas guardaban
el calor de los cuerpos jóvenes y ese perfume de salud y de vida que
exhalan las carnes sanas y virginales».
Arroz y tartana
Vicente Blasco Ibáñez
Desnudo de mujer. 1916
Joaquín Sorolla y Bastida
Óleo. 100 x: 75.5
Museo Sorolla
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