«Y por las pendientes tablas que unían las barcas con el muelle, pasaban pies descalzos, calzones amarillos, caras tostadas, todo el mísero rebaño que nace y muere en la playa sin conocer más mundo que la extensión azul; gente embrutecida por el peligro, sentenciada a muerte, para que tierra adentro otros seres, sentados ante el adamascado mantel, puedan contemplar como joyeles de coral los rojos langostinos o se conmuevan con estremecimientos de gula ante la enorme merluza nadando en apetitosa salsa. El hambre iba a lanzarse en el peligro para satisfacer a la opulencia».
Flor de mayo
Vicente Blasco Ibáñez
Puerto de Valencia. 1897
Joaquín Sorolla y Bastida
Óleo. 151.13 x 89
Cincinnati Art Museum. Cincinnati. Ohio
No hay comentarios:
Publicar un comentario