«El tío Batiste, tendido en la proa y mojado por los espumarajos de las olas, miraba al horizonte por la parte de Levante, donde el celaje plomizo parecía condensarse, formando una masa de negruzco vapor.
Llamaba a Pascual para que prestase atención; pero el Retor tenía fijos sus ojos en el grupo de tripulantes que tiraban de la red. Por una casualidad, Tonet y su sobrino estaban juntos, y la semejanza de sus rostros resaltaba aun más ante la mirada del patrón.
—Pascualo... Pascualo—gritó el viejo pescador con voz algo temblorosa—. Ya está ahí.
¿Quién?... ¡Quién había de ser! La tempestad, la tormenta que desde el amanecer estaba esperando el tío Batiste».
Flor de mayo
Vicente Blasco Ibáñez
Camino de la pesca. Valencia. 1908
Joaquín Sorolla y Bastida
Óleo. 111 x 91
Colección privada
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