viernes, 11 de agosto de 2023

En el mercado, las compañeras de la Borda cuchicheaban mirándola compasivamente

«Una mañana, en el mercado, las compañeras de la Borda cuchicheaban mirándola compasivamente. Su fino oído de enferma lo escuchó todo. Caería cuando cayesen las hojas.

Estas palabras fueron su obsesión. Morir... ¡Bueno, se resignaba!; por el pobre viejo lo sentía, falto de ayuda. Pero al menos que muriese como su madre, en plena primavera, cuando todo el huerto lanzaba risueño su loca carcajada de colores; no cuando se despuebla la tierra, cuando los árboles parecen escobas y las apagadas flores de invierno se alzan tristes en los bancales.

¡Al caer las hojas!... Aborrecía los árboles cuyos ramajes se desnudaban como esqueletos del otoño; huía de ellos como si su sombra fuese maléfica, y adoraba una palmera que el siglo anterior plantaron los frailes, esbelto gigante con la cabeza coronada de un surtidor de ondulantes plumas».

Primavera triste

La condenada y otros cuentos

Vicente Blasco Ibáñez



El nuevo mercado de flores de Valencia

La Glorieta

Nuevo Mundo. 1 de julio de 1909

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