«El Cubano aceptó con resignación el ruego de su abuelo. Pensó, además, que Neleta podría esperar. Hacía tiempo que la alarmaban falsos dolores y la crisis del momento sería igual a las otras.
Al cerrar la noche, Tonet llegó al Saler. Como barquero, debía asistir a la demaná, presenciando con su cazador la distribución de los puestos.
El caserío del Saler —lejos ya del lago, al extremo de un canal por la parte de Valencia— presentaba un aspecto extraordinario con motivo de las grandes tiradas».
Cañas y barro
Vicente Blasco Ibáñez
Puerto del Saler. Años 40
Cortesía de Fang Xu
Bonita historia 👏🌹 gracias 🫂
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