jueves, 16 de febrero de 2017

Se alejaban después de saludar

«Al amanecer cesó la lluvia. Los faroles de gas reflejaban sus inquietas luces en los charcos del adoquinado, rojos como regueros de sangre, y la accidentada línea de tejados comenzaba á dibujarse sobre el fondo ceniciento del espacio. 

Eran las cinco. Los vigilantes nocturnos descolgaban sus linternas de las esquinas, y golpeando con fuerza los entumecidos pies se alejaban después de saludar con perezoso ¡bòn día! á las parejas de agentes encapuchados que aguardaban el relevo de las siete.»

Flor de Mayo

Vicente Blasco Ibáñez


El Mercado de Flores

Fundación Goerlich

No hay comentarios:

Publicar un comentario