«Los viernes, al salir de la escuela, escuchaban invariablemente todos ellos el mismo discurso.
—Señores míos, mañana es sábado. recuérdenlo ustedes a sus señoras madres y háganles saber que el que mañana no traiga los dos cuartos no entrará en la escuela. A usted se lo digo especialmente, señor de... tal, y a usted, señor de... cual —y así soltaba una docena de nombres—. Tres semanas que no traen ustedes el estipendio prometido, y así no es posible la instrucción, ni puede procrear la ciencia, ni combatirse con desahogo la barbarie nativa de estos campos. Yo lo pongo todo: mi sabiduría, mis libros —y miraba las tres cartillas, que iba recogiendo su mujer cuidadosamente para guardarlas en la vieja cómoda—, y ustedes no traen nada. Lo dicho: el que mañana llegue con las manos vacías, no pasará de esa puerta. Aviso a las señoras madres.»
La barraca
Vicente Blasco Ibáñez
Ilustración de José Benlliure para "La barraca"
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