«Apenas se reunió la junta del respetable gremio de los blanquers (1) en su capilla, inmediata a las torres de Serranos, el señor Vicente pidió la palabra. Era el más viejo de los curtidores de Valencia. Muchos maestros, siendo aprendices, le habían conocido igual que era ahora, con su bigote blanco en forma de cepillo, la cara hecha un sol de arrugas, los ojos agresivos y una delgadez esquelética, como si todo el jugo de su vida se hubiese perdido en el diario remojón de los pies y los brazos en las tinas del curtido.
Él era el único representante de las glorias del gremio, el último superviviente de aquellos blanquers honra de la historia valenciana. Los nietos de sus antiguos camaradas se habían pervertido con el progreso de los tiempos: eran dueños de grandes fábricas con centenares de obreros, pero se verían apurados si les obligaban a curtir una piel con sus manos blandas de comerciantes. Solo él podía llamarse blanquer, trabajando diariamente en su casucha, cercana a la casa gremial; maestro y obrero a un tiempo, sin otros auxiliares que los hijos y los nietos; el taller a la antigua usanza, con un dulce ambiente de familia, sin amenazas de huelga ni disgustos por la cuantía del jornal».
El último león
Vicente Blasco Ibáñez
(1) «Otro Gremio que con sus distintas variantes, "assaonadors" o zurradores, "blanquers" o curtidores y "guanters" o guanteros, proporcionó fama al Barrio y cuyo nombre perdura rotulando una de las más populares vías del callejero valenciano, fue el dels Blanquers. Se dedicaba a adobar o aderezar y curar las pieles para ser trabajadas posteriormente en la fábrica de guantes, zapatos, bolsos, etc. Y es que el tratamiento de las pieles fue un oficio abundante en toda la vieja demarcación del Barrio».
http://valenciaysuhistoria.blogspot.com/2012/01/los-gremios-medievales-y-sus-patrones.html
Curtidores trabajando en un taller de curtidos del barrio del Carmen. 1925
Subida por Juan David Forner a VAHG
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