domingo, 10 de septiembre de 2023

Y la barca, en vez de ir tras las otras, que seguían la costa, continuó con la proa mar adentro

«El compadre miraba el horizonte.

—Antonio, cambia el viento.

—Ya lo noto.

—Tendremos mar gruesa.

—Lo sé; pero ¡adentro! Alejémonos de todos estos que barren el mar.

Y la barca, en vez de ir tras las otras, que seguían la costa, continuó con la proa mar adentro.

Amaneció. El sol, rojo y recortado cual enorme oblea, trazaba sobre el mar un triángulo de fuego y las aguas hervían como si reflejasen un incendio.

Antonio empuñaba el timón, el compañero estaba junto al mástil y el chicuelo en la proa explorando el mar. De la popa y las bordas pendían cabelleras de hilos que arrastraban sus cebos dentro del agua. De vez en cuando tirón y arriba un pez, que se revolvía y brillaba como estaño animado. Pero eran piezas menudas... nada».

En el mar

La condenada y otros cuentos

Vicente Blasco Ibáñez



Haciéndose a la mar. 1908

Joaquín Sorolla y Bastida

Óleo. 82.5 x 107.5

Museo Nacional de Bellas Artes de Cuba. La Habana

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