sábado, 2 de septiembre de 2023

Una verdadera flota lo ocupaba todas las noches

«El puertecillo estaba lleno. Una verdadera flota lo ocupaba todas las noches, sin espacio apenas para moverse; pero con el aumento de barcas había venido la carencia de pesca.

Las redes sólo sacaban algas o pez menudo; morralla de la que se deshace en la sartén. Los atunes habían tomado este año otro camino, y nadie conseguía izar uno sobre su barca.

Rufina estaba aterrada por esta situación. No había dinero en casa; debían en el horno y en la tienda, y el señor Tomás, un patrón retirado, dueño del pueblo por sus judiadas, les amenazaba continuamente si no entregaban algo de los cincuenta duros con intereses que les había prestado para la terminación de aquella barca tan esbelta y tan velera que consumió todos sus ahorros».

En el mar

La condenada y otros cuentos

Vicente Blasco Ibáñez



Puerto de Valencia. 1904

Joaquín Sorolla y Bastida

Óleo. 47.63 x 73.66

Colección privada

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