domingo, 5 de noviembre de 2023

Embadurnándoles los flancos con caliente alquitrán

«Los botes ligeros, con sus vientres blancos y azules y el mástil graciosamente inclinado, formaban una fila avanzada al borde de la playa, donde se deshacían las olas y una delgada lámina de agua bruñía el suelo cual si fuese de cristal; detrás, con la embetunada panza sobre la arena, estaban las negras barcas del bou, las parejas que aguardaban el invierno para lanzarse al mar, barriéndolo con su cola de redes; y en último término, los laúdes en reparación, los abuelos, junto a los cuales agitábanse los calafates, embadurnándoles los flancos con caliente alquitrán, para que otra vez volviesen a emprender sus penosas y monótonas navegaciones por el Mediterráneo: unas veces a las Baleares con sal, otras a la costa de Argel con frutas de la huerta levantina, y muchas con melones y patatas para los soldados rojos de Gibraltar».

La barca abandonada

La condenada y otros cuentos

Vicente Blasco Ibáñez



Calafates. 1894

Joaquín Sorolla y Bastida

Óleo. 50.5 x: 71

Museo de Bellas Artes de Asturias. Oviedo

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