«Lo que él tenía era la enfermedad del rico: sobra de dinero y exceso de buena vida. No había más que verle la panza, la faz rubicunda, los carrillos que casi ocultaban su naricilla redonda y sus ojos ahogados por el oleaje de la grasa. ¡Todos que se quejasen de su mal! ¡Si tuviera que ganarse la vida con agua a la cintura, segando arroz, no se acordaría de estar enfermo!»
Cañas y barro
Vicente Blasco Ibáñez
Siembra del arroz en La Albufera
http://vicenticoaa.blogspot.com.es/2014/07/
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