viernes, 7 de diciembre de 2018

Y se fijaban con inquietud en la entrada del puerto, en la avanzada escollera de Levante

«A mediodía cambió el tiempo. Sopló el viento de Levante, tan terrible en el golfo de Valencia; el mar se rizó levemente; avanzó el huracán, arrugando la tersa superficie, que tomaba un color lívido, y un montón de nubes corriéronse desde el horizonte, cubriendo al sol. 

En la playa fue grande la alarma. Aquel viento anunciaba para las pobres gentes, duchas en las desgracias del mar, una tempestad de las que dejan rastro en los hogares de los pescadores. 

Alborotábanse las pobres mujeres, y con las faldas azotadas por el viento corrían por la playa sin saber dónde ir, dando espantosos alaridos y encomendándose á todos los santos de su devoción, mientras que los hombres, pálidos, ceñudos, chupando sus cigarrillos y poniéndose al abrigo de las barcas varadas en la arena, examinaban el horizonte, cada vez más obscuro, con la mirada concentrada y poderosa de las gentes del mar, y se fijaban con inquietud en la entrada del puerto, en la avanzada escollera de Levante, rojos pedruscos sobre los cuales comenzaban á romperse las primeras moles de agua, cubriéndolos de hirvientes espumarajos».

Flor de mayo

Vicente Blasco Ibáñez


Fotograma de la película de 1960 "The Boy Who Stole a Million"

https://www.dailymotion.com/video/x3rrrjz

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