«En la parte anterior lucían, como adorno coquetón, unas cortinillas de rojo desteñido, y por la abertura trasera mostrábanse revueltas con los cestos las señoras de la Pescadería, arrebujadas en sus mantones de cuadros, con el pañuelo apretado á las sienes, apelotonadas unas con otras, y dejando escapar un vaho nauseabundo de marisma corrompida que alteraba el estómago.
Así iban adelantando las tartanas en perezosa fila, cabeceando, inclinadas á un lado, como si hubiesen perdido el equilibrio, hasta que de pronto, en el primer bache, se acostaban sobre la otra rueda con la violencia de un enfermo fatigado que muda de posición.
Detuviéronse ante el fielato y fueron descendiendo por sus estribos zapatos en chancla, medias rotas, mostrando el sucio talón, y faldas recogidas que dejaban al descubierto los zagalejos amarillos con negros arabescos».
Flor de mayo
Vicente Blasco Ibáñez
Así iban adelantando las tartanas en perezosa fila, cabeceando, inclinadas á un lado, como si hubiesen perdido el equilibrio, hasta que de pronto, en el primer bache, se acostaban sobre la otra rueda con la violencia de un enfermo fatigado que muda de posición.
Detuviéronse ante el fielato y fueron descendiendo por sus estribos zapatos en chancla, medias rotas, mostrando el sucio talón, y faldas recogidas que dejaban al descubierto los zagalejos amarillos con negros arabescos».
Flor de mayo
Vicente Blasco Ibáñez
La tartana del Cabañal
José "Peppino" Benlliure Ortiz
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