«Las ilusiones de los que así le juzgaron no resultaron fallidas: Blasco las satisfizo todas publicando un año después, en 1895, su lindísima novela Flor de Mayo .
¡Qué emoción tan fuerte, tan inolvidable, deja este libro!... Es pesimista, es trágico; sus últimas páginas, especialmente, tienen toda la amargura del mar, y por su arquitectura cae en absoluto dentro de aquellos moldes en que «el padre» melancólico y casto de la novela moderna, Emilio Zola, fabricaba los suyos. Y, sin embargo, ¡qué extraño raudal de luz, qué alegre vigor y qué intensas ráfagas de ruda poesía hay en él!...»
Mis contemporáneos
Eduardo Zamacois
Pescaderas en la Playa de Levante. Cabañal
http://enateneo.blogspot.com.es/
No hay comentarios:
Publicar un comentario