domingo, 5 de noviembre de 2017

No debemos vivir para ser ricos, ni para ser célebres

«—¿Cree usted en la gloria, como fin de la vida? ¿Ama usted el dinero? 

El maestro no vacila al contestar. 

—La gloria, como el dinero, como el amor—declara—, son «adornos» de la vida, y nada más; arrequives brillantes que la embellecen y nos la ofrecen bajo un disfraz amable. Pero el verdadero fin de la vida está, sencillamente, «en vivir». No debemos vivir para ser ricos, ni para ser célebres, ni para endiosar a una mujer, digan lo que quieran los falsos poetas: la vida goza de substantividad propia; se justifica a sí misma... 

Y esta respuesta enérgica y breve compendia el alma, toda el alma, de este hombre excepcional, conquistador rezagado, mezcla feliz de artista y de aventurero, que, sin apoyo de nadie, supo vencer á la pobreza y darle a la Vida un zarpazo de león».

Mis contemporáneos

Eduardo Zamacois


Aspecto de la playa durante el discurso pronunciado por Blasco Ibáñez 
en el acto de la inauguración del Asilo para los inválidos del mar

Cabañal. Valencia. 19 de febrero de 1911

http://elargonautavalenciano.blogspot.com.es/

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