miércoles, 10 de octubre de 2018

Dándole pedazos de carnero desollado

«En la plaza de Alboraya, al entrar y al salir de la iglesia, Roseta, levantando apenas los ojos, escudriñó la puerta del carnicero, donde la gente se agolpaba en torno a la mesa de venta. 

Allí estaba él, ayudando a su amo, dándole pedazos de carnero desollado y espantando la nube de moscas que cubrían la carne».

La barraca

Vicente Blasco Ibáñez



Mercado del Cabañal

Luis Vidal Vidal

https://www.makma.net/los-vidal-una-saga-del-cabanyal/

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