«Y Julio había propuesto en una carta neumática el encontrarse, como en otros tiempos, en este lugar, por considerarlo poco frecuentado. Y ella, con no menos olvido de la realidad, fijaba en su respuesta la hora de siempre, las cinco, creyendo que, después de pasar unos minutos en el Printemps o las Galerías con pretexto de hacer compras, podría deslizarse hasta el jardín solitario, sin riesgos a ser vista por algunos de sus numerosos conocidos.».
Los cuatro jinetes del Apocalipsis
Vicente Blasco Ibáñez
Printemps Haussmann
https://www.cometoparis.com/
No hay comentarios:
Publicar un comentario