«El mayor, Pascualet, era un retrato vivo de su padre. Grueso, panzudo, carilleno; tenía cierto aire de seminarista bien alimentado, y los pescadores le llamaron el Retor, apodo que había de conservar toda su vida.
Tenía ocho años más que su hermano Antonio, un muchacho enjuto, nervioso y dominante, cuyos ojos eran iguales a los de Tona».
Flor de mayo
El niño de la barquita. 1904
Óleo. 106,50 x 76
Museo Sorolla
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