«Pruebas eran de esto las sucesivas transformaciones que iba experimentando la original instalación. Los agujeros de los dos camarotes cubríanse con vistosas cortinas de sarga; y cuando éstas se levantaban, veíanse colchones nuevos y almohadas de blanca funda; sobre el mostrador brillaba como un bloque de oro la reluciente cafetera; la barca, pintada de blanco, había perdido el fúnebre aspecto de tumba que recordaba la catástrofe, y junto a sus costados iban extendiéndose cercas de cañas, conforme aumentaba la prosperidad del establecimiento».
Flor de mayo
Vicente Blasco Ibáñez
Barca reconvertida en barraca
Estampa. 6 de junio de 1931
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