«Así fue llegando el verano.
El trozo de playa entre la acequia del Gas y el puerto, olvidado en el resto del año, presentaba la animación de un campamento. El calor empujaba a toda la ciudad a aquel arenal, del que surgía una verdadera ciudad de quita y pon. Las barraquetas de los bañistas, con sus muros de lienzo pintado y sus techumbres de caña, formaban en correcta fila ante el oleaje, empavesadas con banderas de todos los colores, rotuladas con extravagantes títulos, y ostentando, además, en el vértice, monigotes, miriñaques, barcos, muestras grotescas que distinguían el establecimiento para evitar errores».
Flor de mayo
Vicente Blasco Ibáñez
Casetas de baños
Playa de Levante. Cañamelar
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