«Obscurecía. La plaza estaba llena; las calles adyacentes seguían
vomitando nuevas muchedumbres, y todos cabían a fuerza de codazos y
empujones, como si fuesen elásticas las paredes de las casas. En torno
de la falla agitábase un oleaje de relamidos peinados, de gorras con
visera amarilla y de blusas blancas.
Las señoras refugiábanse en los portales, empinándose sobre las puntas
de los pies para ver mejor; los maridos cogían a sus pequeñuelos por los
sobacos y los sostenían a pulso para que contemplasen las últimas
contorsiones de los monigotes».
Arroz y tartana
Vicente Blasco Ibáñez
Falla calle Escalante con Avenida del Mediterráneo
https://guionistasvlc.wordpress.com/
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