«La apodaban la Borda, porque la difunta mujer del tío Tòfol, en su afán de tener hijos que alegrasen su esterilidad, la había sacado de la Inclusa. En aquel huertecillo había llegado a los diez y siete años, que parecían once, a juzgar por lo enclenque de su cuerpo, afeado aun más por la estrechez de unos hombros puntiagudos, que se curvaban hacia fuera, hundiendo el pecho e hinchando la espalda».
Primavera triste
La condenada y otros cuentos
Vicente Blasco Ibáñez
Barracas de la huerta valenciana
Baño de sol. 1920
Barberá Masip
http://vicenticoaa.blogspot.com.es/2013/04/valencia-barracas.html
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