«La pequeña Roseta, la chicuela caída en la barca por obra y gracia del pillo carabinero, apenas si merecía la atención de su madre. Criábase como una bestiezuela bravía. Por la noche Tona había de ir en su busca para encerrarla en la barca, después de darla una terrible zurra, y durante el día presentábase cuando la aguijoneaba el hambre.
¡Todo sea por Dios! La tal chiquilla era una nueva cruz que había de arrastrar la pobre Tona».
Flor de Mayo
Vicente Blasco Ibáñez
Playa de Levante
Todocolección
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